Hay que aprovechar cada instante







La vida es disfrute, y para mí, uno de los mayores disfrutes de la vida,



además de mi familia y mis amigos, es un buen vino con unos ricos manjares,



y en un lugar difícil de olvidar. A partir de ahora, intentaré aportar recetas,



notas sobre buenos vinos (de aquí y de allá), Gin Tonics, interesantes hospedajes,



opciones de hostelería y lugares para visitar........con sus enlaces y



lo que todos querais opinar y aportar.........



sábado, 28 de octubre de 2017

LA PALMA : Aquella que llaman La Isla Bonita




Mucha gente me había hablado de ella, lo cual me generaba cierta inquietud por conocerla. Pero por otro lado, cuando comentaba que íbamos a visitarla este verano, otros tantos la desconocían y pensaban que allí había poco que hacer y visitar. Sin duda alguna, los primeros, por conocerla, eran los que estaban en lo cierto (en una semana nos faltaron sitios por visitar); y una vez que la recorres, que la vives y la sientes, comprendes aquello de "La Isla Bonita".


Se trata de una isla muy diferente al resto de las de su archipiélago, pero a la vez conjuga aspectos que encuentras en una y otra. Un Norte muy verde y un Sur más volcánico y seco, parecido a Tenerife; playas de arena negra, muy del estilo Lanzarote; plantas que recuerdan a otras épocas, como La Gomera; y buenos vinos y mejor gastronomía, como en la mayoría de las Canarias.




Sensación relajante cuando observas el mar de nubes, que de forma habitual cubre la parte este de la isla, y si es desde el Roque de los Muchachos te quedas absorto mirando al horizonte, pensando que estás en un lugar de paz y donde, una vez superadas las nubes, crees poder tocar más allá de donde nuestra vista alcanza. Infinidad de sendas para caminar por la zona, pero los 36 km. de carretera hasta la cima, es preferible recorrerlos en coche (imprescindible alquilar coche, ya que sin ser grandes distancias, es la forma más cómoda de moverse).




Como en Parque Jurásico o en una selva recóndita de Centroamérica te sientes al recorrer el Parque Natural de las Nieves (Reserva de la Biosfera, por la Unesco), y más en concreto la zona de Los Tiles, pleno de verdor y humedad (preciosas cascadas), con sendas donde perderse y olvidarse del estrés urbano (y más cuando en muchos momentos la cobertura del móvil desaparece).







El Parque Nacional de la Caldera de Taburiente es enorme, ubicado en el centro mismo de la isla. Imponente desde el exterior, impactante desde dentro. Vistas incomparables desde el Roque de los Muchachos, agradables sensaciones desde la Cumbrecita e innumerables senderos por los que recorrer este inmenso cráter. Sólo conocer este parque en profundidad llevaría toda la semana que estuvimos allí.






Más al Sur, otro gran Parque Natural, el de Cumbre Vieja, que, a pesar de su nombre, es la zona volcánica más reciente. Mucho tono negro, por las cenizas, y poca vegetación, pero lleno de parajes fascinantes. Y si sigues bajando entras en territorio de los volcanes de Teneguía, donde hace 40 años había un llano y ahora encuentras una serie de volcanes, de los que destacar la visita al de San Antonio y su Centro de Visitantes.



En la punta Sur, en terreno totalmente volcánico y árido, se llega a Las Salinas de Fuencaliente, con sus dos faros, que engloban un paraje digno de una visita tranquila. El recorrido por las salinas, aprendiendo como se va generando la sal en las piscinas, es delicioso, rodeado de unas tonalidades salmón, que se acrecentan en la zona inferior. Y ya que se desplaza uno hasta allí, creo que no se debe dejar de disfrutar de la terraza de El Jardín de la Sal, restaurante de calidad y buen gusto; y precio fabuloso para los platos bien concebidos que allí elaboran. El vino, claro, de La Palma : un albillo ecológico de Tagalguén, muy acertado.








Desde Tazacorte (en concreto el puerto) salimos en una excursión en barco para divisar delfines y cetáceos, una experiencia muy agradable y relajante. Es población con una de las pocas playas de arena fina, siempre negra y volcánica, además de disponer de buenos restaurantes (o chiringuitos elegantes) a pie de playa, donde no dejar pasar la oportunidad de probar buen pescado fresco, del día, sea vieja, sargo, dorada o, incluso, barracuda.



La capital, Santa Cruz de la Palma, se encuentra en una ubicación destacada, en la falda de un cráter extinguido, y merece una visita para disfrutar de su arquitectura popular canaria, admirar los balcones (ya famosos) en la Avenida Marítima, bañarse en alguna de sus playas y adentrarse en la gastronomía canaria, en sus interesantes tabernas.



He mencionado algo de las playas, muy azotadas por un mar de azul intenso y olas imponentes, en su mayoría de piedras y arena (pocas de arena fina), todas de tono volcánico, la mayoría amplias y cómodas (de llegar y disfrutar), y nunca abarrotadas (hemos de tener en cuenta que La Palma, y que siga, no es una isla de excesivo turismo). Además, realmente fascinantes, un par de piscinas naturales de roca en la zona noreste de la isla (de imprescindible visita), completa las alternativas de baño.






Dado que no es una isla muy turística, quizá el leve defecto que encuentras es la cantidad y calidad hotelera, aunque si no se es demasiado exigente en este sentido, perfectamente válido, y a precio razonable (no así los vuelos, dado la limitada oferta).


En cambio, la gastronomía y los vinos (principalmente blancos) son altamente destacables, e incluso varias cervezas artesanas locales y destilados (sobre todo de Destilerías Aldea) sensacionales. Buenos arroces y ensaladas, el pescado y marisco no se ha dejar de disfrutar, papas arrugadas con sus mojos, quesos de la zona y distintas opciones de carne (pollo, conejo, cabra, cochino y vacuno).


Y para terminar este post, unas pinceladas de dos restaurantes de primer nivel a los que nos acercamos, además del arriba mencionado (El Jardín de la Sal) :

El Rincón de Moraga (Los Llanos de Aridane) : elegante y coqueto, con atención cuidada y una muy buena cocina. De lo más "caro" que puedes encontrar, sin embargo no supera los 30 € por cabeza. Arrancamos con un rico tartar de salmón y guacamole en salsa de miso (gran mezcla), para seguir con la Ensaladilla "2014" y espuma de mahonesa (perfecto punto de cocción de la patata y verduras), rematando con Suprema de medregal con burgados en ajo negro y papas negras. Mis hijas degustaron un buen Risotto de hongos y un imponente Solomillo de res; completamos con helados artesanos y Crema de queso de cabra con mojo verde. Un listán blanco delicioso, para acompañar con equilibrio.



2º En San Andrés y Sauces encuentras un pequeño restaurante, El Canal : Atención de primera, elaboraciones acertadas y sublime carta de vinos, con más de 200 referencias. Bien regado con un Vitega albillo (de la hermana del más conocido Níspero), nos pusimos manos a la obra con Delicias de queso y naranja, Salmorejo (en su punto), Ensalada "sucia", Calamares con soja, Gambas ajeadas, Langostinos y Cherne con calabaza y cilantro; Helado de frutos rojos, Postre de chocolate y Mousse de chocolate blanco para rematar, junto con un excelente Gin Tonic de la local Duality (magistral) con 1724.



Pues sí, no me importaría volver, ya que es de esas islas absolutamente recomendable.