jueves, 24 de julio de 2014

Mercado de San Ildefonso, un estilo con mucho juego



Bajas paseando desde la Glorieta de Bilbao hacia Gran Vía por la reformada calle Fuencarral, llena de vida y ambiente, en plena Malasaña. La zona es colorista, con muchas tiendas con un toque chic que hace que te asomes, y justo cuando te acercas a la zona peatonal, en la acera derecha encuentras el Mercado de San Ildefonso, absolutamente integrado con la calle. Con dos meses de vida ya empieza a hacerse notar.


Los accesos más que puertas son vías de paso, donde de forma continuada son muchos los curiosos que se asoman, y otros tantos los que se quedan y disfrutan de este nuevo concepto, concebido en este espacio que fue el primer mercado techado de la capital. Edificio de toque vanguardista e industrial, organizado en tres plantas, donde degustar productos de primera calidad a precios razonables, así como poder llevar muchos de ellos para casa; nos recuerda a algunos de esos mercados callejeros londinenses o neoyorquinos, los Street Food Markets.


Verdadero punto de encuentro para turistas, madrileños y, por supuesto, los propios vecinos de Malasaña, ya que es un mercado que aglutina muchos de los conceptos que se perciben en la zona.



Se compone de 19 puestos, además de 3 barras, una por planta, todo ligado con mesas altas y taburetes repartidos por todo el mercado, donde poder disfrutar las distintas viandas, muchas de ellas presentadas en cucuruchos.




En la planta calle, ibéricos, quesos (Poncelet), frutas y hamburguesas, para abrir boca y nada más entrar. Enseguida enfilaremos la escalera hacia las plantas superiores, aunque al inicio de la misma encontraremos un agradable rinconcito : El Patio.


Cuando llegas a la planta central, a su vez la zona clave (por número de puestos y concepto para la degustación), lo primero que haces es parar y asomarte a su amplia terraza interior, de alegre decoración, es una de las zonas que muchos eligen, no sin falta de razón, aunque creo que es mejor opción para la noche en los días de calor, si bien continuamente te refrescas con los difusores de agua.







Los puestos que encuentras te permiten disfrutar de buenas tortillas elaboradas al momento (en Granja Malasaña), tostas variadas y ricas (en MyVeg o Bayontin), marisco gallego y buenas gambas de Huelva, jamón de primera, brochetas, arroces y guisos o gazpachos (en DpTapas). En la barra encuentras bebidas variadas, si bien mi consejo, para los que les guste el vino, es acercarse al puesto de Taninos, y dejarse llevar y aconsejar por Ana o Laura, para adentrarse en vinos bien seleccionados a lo largo y ancho de las muchas bodegas y D.O. españolas, sin olvidarnos del sensacional vermú rojo de uva albariño que allí trabajan. Una última mención en esta planta, es la pequeña terraza a la espalda de la barra, un lugar perfecto para dejarse ver sin estar en el centro del bullicio.






Rematamos en la última planta, en la que está previsto que se organicen sesiones de showcooking, y donde podemos encontrar esa zona para las copas, la charla y el remate de lo disfrutado. También es la única zona donde encontraremos baños, un pequeño hándicap los días de elevada asistencia, dado que son pocos y pueden provocar esperas. Otra pequeña pega es la selección de bebidas en las barras, que creo que es lo menos acorde con la buena selección de productos general. Por contra, la atención en general es buena, tanto a nivel de los distintos puestos (con sus propios equipos) como del propio mercado.


Pasábamos por la calle, paramos, entramos y casi no salimos.......otro buen espacio gastronómico en Madrid.

Mercado de San Ildefonso
C/ Fuencarral, 57
28004 Madrid

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