Meddis ha decidido ampliar su oferta de vinos con una nueva zona geográfica. Y será a la vuelta de verano cuando podamos encontrar la gama alta de vinos de la bodega chilena Viña Ventisquero.
Hace unos días, José Blas me pidió opinión, no como experto, sino como amigo y consumidor de vino, sobre uno de estos caldos : Grey 2008 Carménère (vino de pago). Interesante "aventura", teniendo en cuenta que he probado poco vino chileno (poco más allá de Casillero del Diablo (Concha y Toro)) y nada de la uva en cuestión : CARMÉNÈRE.
Por eso, creo que es de recibo hacer primero una rápida referencia a esta uva, de origen francés (Medoc, Burdeos), pero casi desaparecida desde hace muchos años en este país (algo podemos encontrar en el Pomerol, y poco más), debido a la filoxera. Y es a partir de los años 80, cuando en Chile redescubren la viticultura (y creciendo hasta nuestros días), y entre sus vides encuentran bastantes de Carménère, llegado años atrás (y no afectado por la filoxera) : le han dado un estilo propio y la han convertido en "la uva de Chile".
Pero volviendo al vino en cuestión, pensé que un buen momento para su cata podía ser el pasado Domingo, en una espontánea reunión con amigos para comer. Y allí lo probamos, siendo muy del agrado de los 6 asistentes. He de decir que requirió, a mi gusto, de una media hora de oxigenación para alcanzar su punto álgido, y que ante nosotros se presentó un vino con cuerpo, muy coloreado (tonos cereza) y en nariz toques de frutos del bosque; por dar una referencia reconocible, se me asemejó bastante a los modernos vinos de Toro (estilo Rejadorada), de la zona de Valladolid.
En cuanto a la bodega, Viña Ventisquero se está convirtiendo, a pesar de su reciente creación (1998), en una de las principales referencias de Chile. Bodega con aires modernos, siempre buscando la calidad a través de sus single blocks (vinos de pago), en la zona de Valle Central.
Y si quereis buscarlo en la red, podreis encontrarlo, dentro de poco, en la tienda virtual Exquisiteces del Mundo.
Por eso, creo que es de recibo hacer primero una rápida referencia a esta uva, de origen francés (Medoc, Burdeos), pero casi desaparecida desde hace muchos años en este país (algo podemos encontrar en el Pomerol, y poco más), debido a la filoxera. Y es a partir de los años 80, cuando en Chile redescubren la viticultura (y creciendo hasta nuestros días), y entre sus vides encuentran bastantes de Carménère, llegado años atrás (y no afectado por la filoxera) : le han dado un estilo propio y la han convertido en "la uva de Chile".
Pero volviendo al vino en cuestión, pensé que un buen momento para su cata podía ser el pasado Domingo, en una espontánea reunión con amigos para comer. Y allí lo probamos, siendo muy del agrado de los 6 asistentes. He de decir que requirió, a mi gusto, de una media hora de oxigenación para alcanzar su punto álgido, y que ante nosotros se presentó un vino con cuerpo, muy coloreado (tonos cereza) y en nariz toques de frutos del bosque; por dar una referencia reconocible, se me asemejó bastante a los modernos vinos de Toro (estilo Rejadorada), de la zona de Valladolid.
En cuanto a la bodega, Viña Ventisquero se está convirtiendo, a pesar de su reciente creación (1998), en una de las principales referencias de Chile. Bodega con aires modernos, siempre buscando la calidad a través de sus single blocks (vinos de pago), en la zona de Valle Central.
Y si quereis buscarlo en la red, podreis encontrarlo, dentro de poco, en la tienda virtual Exquisiteces del Mundo.
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