Hay que aprovechar cada instante







La vida es disfrute, y para mí, uno de los mayores disfrutes de la vida,



además de mi familia y mis amigos, es un buen vino con unos ricos manjares,



y en un lugar difícil de olvidar. A partir de ahora, intentaré aportar recetas,



notas sobre buenos vinos (de aquí y de allá), Gin Tonics, interesantes hospedajes,



opciones de hostelería y lugares para visitar........con sus enlaces y



lo que todos querais opinar y aportar.........



martes, 31 de marzo de 2020

Las recetas "contra" el #Coronavirus : Fernando García Bilbao. Paccheri con bolognesa casera





¿Os suena el nombre? Un tal #fernandosyrah (recordad que en twitter e instagram me encontráis como @fernandosyrah ), sí, un servidor. Pues hoy he pensado en colarme entre las recetas recibidas, para dejaros una, con la vista puesta en aliviar las penas de todos nuestros compatriotas, pero también de nuestros amigos italianos (esperemos que no me regañen mucho con la elaboración).


Se trata de la receta 17, ya que estamos en el decimoséptimo día de encierro obligatorio (aunque algún día más ya nos habíamos impuesto en casa, en concreto desde el martes 10 de Marzo). Y vamos con una pasta con origen en la zona de la Campania italiana, como son los Paccheri.

INGREDIENTES (4 - 5 personas)

Un paquete de pasta seca Paccheri.
Un tallo de apio.
Tomates (depende del tamaño, unos 4 - 5, mínimo), mejor maduros. Prefiero que sean rama o pera.
Una cebolleta (o media cebolla grande).
Una zanahoria.
Un pimiento rojo (o medio, si es grande). Esto es aportación mía.
En torno a medio kilo de carne picada (ternera, a ser posible, pero se podría usar cerdo o mixta).
Aceite de oliva virgen extra.
Orégano, albahaca, romero y tomillo (en polvo, si no se tiene fresco). Las aromáticas siempre me dan alegría, y aunque no sean parte de la receta clásica, ésta es la mía.
Sal roja de Hawai (en este caso, es la que elegí). Sal en escamas. 
Pimienta de Jamaica.
Azúcar morena integral de caña. Para evitar parte de la acidez del tomate.
Agua.
Vaso de vino blanco.
Medio vaso de tomate concentrado (a decisión de cada uno). Me gusta más sustituirlo por mayor cantidad de tomates.

RECETA

Antes de nada, y tras salpimentar, me gusta pasar ligeramente la carne por sartén, o en la misma cazuela de elaboración de la salsa, y reservar. Un ligero marcado.

Vamos a la cazuela, con un generoso chorro de AOVE, y comenzamos por pochar la cebolla, que no hace falta que sea en trozos pequeños, ya que después batiremos parte. Vamos con la zanahoria, el apio y el pimiento, todo troceado. Le damos un toque de sal y pimienta.


En el momento que se dore ligeramente, y siempre a fuego no demasiado alto, añadimos el tomate troceado, reservando uno, bien picado, para después. Plantas aromáticas, sin exceso, y un poco de sal y pimienta más; en cosa de un par de minutos, incorporamos el vino, para dejar tiempo a que se evapore el alcohol. Si hemos optado por el uso de tomate concentrado, sería el momento.

Una vez comprobemos que el alcohol del vino se ha evaporado del todo, y el tomate ha soltado parte del agua, pasaremos todo por el brazo de la batidora, pero sin dejar demasiado liquido, con algún trocito de verdura asomando. rectificamos de sal, si fuera necesario (esta es una receta, como cualquier salsa, muy de ir probando).


El tomate bien picado, con un poco de sal en escamas y pimienta, y algo de azúcar, lo añadimos a la salsa, así como la carne picada, y dejamos a fuego bajo a que termine de hacerse todo. Al final, revisemos el punto de sal.


Hemos de tener en cuenta que los paccheri suelen requerir de una cocción (por su tamaño) algo más larga que otras pastas, pero en cualquier caso, como siempre, seguid las indicaciones del fabricante. Agua y sal a hervir en cazuela grande, y en cuanto borbotee, incorporamos la pasta, esperando a que vuelva a hervir (no tardará) para contar el tiempo de cocción fijado (ni más ni menos).


La idea es que terminemos al tiempo la salsa y la pasta, y así prepararnos directamente para ir a la mesa (con una ensalada sencilla, tendremos una comida muy bien apañada).


Recordad también la importancia del agua de cocción de la pasta (un poquito), perfecta para ligar la salsa, aunque la presentación que os muestro (2 opciones), no permite juntar antes pasta y salsa. La pasta la sacaremos directamente del agua a una fuente, pero sin necesidad de escurrir (más allá de una espumadera o cuchara de pasta), y menos enjuagar con agua fría.


Un buen tinto italiano, por ejemplo, un aglianico muy de la zona de Campania, perfecto para acompañar este excelente plato. Buen provecho.



lunes, 30 de marzo de 2020

Las recetas "contra" el #Coronavirus : Juan Carlos Feijóo. Arroz con pisto y huevo.



Un lunes más, una nueva receta...y ya son 16. Hoy de las que gustan a niños, pero también a mayores, quizá más, no os engañéis.

De nuevo un compañero de oficina, Juan Carlos, de buena y rica tortilla de patata, hoy nos acerca otro plato, sencillo a la par que completo. Le tenemos solo en casa (como la película), en su piso de Madrid, pero sin perder el ánimo, ni las ganas de aplaudir cada día a las 8. Pronto volveremos a vernos. Muchas gracias por aportar tu receta.

INGREDIENTES (3/4 PERSONAS)

Para el pisto : una cebolla, un pimiento rojo, 2 berenjenas, 2 calabacines, 2/3 tomates (que habrá que escaldar antes para sacar la piel), un poco de tomate triturado, aceite de oliva extra virgen, sal, azúcar. Se me ocurre, como aportación personal, un poco de pimienta, que siempre me da alegría y sabor.Para el arroz : una taza con 250 gramos de arroz bomba, un diente ajo, aceite oliva extra virgen, sal y 2 tazas de agua.

Para el huevo frito : un huevo (por persona), aceite oliva virgen extra y sal.

RECETA

Arrancaremos por el pisto. Lo primero es pochar la cebolla, picada previamente, junto con el pimiento, troceado, y la berenjena, cortada también a dados pequeños. A continuación se echa el calabacín, que irá cortado a daditos.  Por otro lado, como ya habíamos mencionado en los ingredientes, escaldamos los tomates, y los pelamos para pasar por batidora con una pizca de azucar. De seguido, lo echamos a la cazuela junto con la cebolla, berenjena, calabacín y pimiento, para que reduzca todo. Rematamos añadiendo un poco de tomate triturado, toque de sal (y pimienta, si se desea), y así hasta que se acabe haciendo a fuego lento, con ese punto bien ligado.

El arroz lo podemos tener preparado de antes. Habrá que sofreir el diente de ajo con el AOVE, para que se dore un poco; a continuación echamos la taza de arroz y lo pasamos un poco, que coja bien el gusto, y de seguido echamos las 2 tazas de agua y toque de sal. Dejamos cocer, primero a fuego vivo, y después ya lento, para que el arroz ni se pase ni quede duro (recordad que el arroz no ha de quedar al dente, como la pasta). Reservamos.

Y ya en el momento de ir a comer, queda la parte clave, lo más importante (y rico), que es ese huevo frito (para mojar pan). Echamos el huevo en aceite muy caliente, con una pizca de sal; con la espumadera echamos el aceite por encima del huevo, para conseguir una buena puntillita, y al sacar procuramos que escurra bien.

Por último, como no podía faltar, emplatamos por persona. Una opción de plato único...y no os olvidéis del pan.😉

domingo, 29 de marzo de 2020

Las recetas "contra" el #Coronavirus : Esther Rodríguez. Trufas de boniato y chocolate puro, con remate de pistacho



¿Os suena el nombre de la repostera? Pues sí, much@s sabréis que se trata de mi mujer (la que manda en casa...y en mi corazón). Lo cierto es que, para esta receta número quince, algo he colaborado, pero a ella queda atribuido el mérito, y os recomiendo intentar su elaboración.


A partir de una idea de Chef Bosquet (más que recomendable su libro), por un vídeo suyo en Instagram ( @chefbosquet ), se nos ocurrió una versión, con ligeros retoques. Aquí os dejo el resultado, en nuestro formato trufas.

INGREDIENTES

320 gr. de boniato (después de pelar y cocinar).
140 gr. de chocolate puro 100% (Santocildes).
3 - 4 dátiles medjoul.
Miel.
Azúcar glas.
Cacao puro en polvo.
Pistachos (picados, en pequeños trozos). Muy ricos de La Pistachería ( en IG @lapistacheriamadrid ).

RECETA

Pelamos el boniato, y en trozos medianos debemos cocer (podría ser en agua, hirviendo, directamente en el microondas o asando al horno (en este caso, sin pelar)); la clave es conseguir una textura blanda, manejable, pero que no se rompa. El tiempo, dependerá del tamaño de los boniatos y la forma de preparación.

Pondremos en agua caliente los dátiles.

Por otro lado, cuando vayamos a juntar todo en una batidora (con aspas hacia abajo), hemos de poner al baño María, removiendo, el chocolate, para conseguir una pasta semilíquida. Colocaremos todo en la batidora (retirando los huesos de los dátiles, si los tuviera), junto con un chorro de miel (aquí depende del nivel de dulzor que deseéis, pero en cualquier caso que no sea demasiado).

Conseguiremos una masa, que hay que intentar que sea lo más homogénea posible. En un bol colocaremos en la nevera (al menos dos horas) o en el congelador (en torno a 3 cuartos de hora).

Al sacar del frío, y antes de comenzar a trabajar las bolitas de trufa, comprobad que es maleable, como una plastilina; en caso contrario, es probable que precise algo más de enfriamiento.


No recomiendo que sean bolas muy grandes, pero aquí queda a gusto del consumidor. Según las vayáis formando, se podrán ir introduciendo sobre la cobertura o rebozado que le vamos a dar, consistente en una mezcla de cacao puro, azúcar glas y los pistachos (las proporciones dependen del grado de amargor que aguantéis, por el cacao, y de la cantidad de pistacho que os parezca adecuado).


Terminadas las bolas, y ya rebozadas, lo mejor es que vuelvan a la nevera, a no ser que tengais una fresquera (me recuerda a épocas de la cocina de mi abuela). Pienso que estarán más ricas al día siguiente.




¿Y qué tal si lo acompañáis con un vino de postre, al estilo Sauternes?



sábado, 28 de marzo de 2020

Las recetas "contra" el #Coronavirus : Nena Urdiales. Potaje de cuaresma.



Pues ya vamos por la catorce. Y como es fin de semana, me sale un punto positivo, más que otros días, que también, y sólo puedo pensar que estamos cada vez más cerca del fin de este mal sueño (que no llegue a ser pesadilla). Y parte de la semana que viene ya ocupada...de recetas.

Una de las cosas buenas de todo esto, es el reencuentro en la distancia con gente. Hoy nos llega la receta de una cocinera de primera (está tardando en montar su blog), pero además con recuerdos de hace muchos años, que ya vamos peinando canas, cuando era compañera de colegio de mi hermana en las Ursulinas de Lagasca, en Madrid. Se trata de Nena Urdiales, a la que recuerdo siempre risueña, y que seguro que no ha cambiado, y muy buena gente.

Como parece que vienen unos días más frescos, y nos acercamos a la Semana Santa, pues aquí va este potaje de Cuaresma.

INGREDIENTES 

Para el caldo de pescado : 
Espinas y cabezas de pescados, por ejemplo, rape, congrio, rodaballo, merluza,... 
Cabezas y peladuras de marisco, como por ejemplo langostinos, gambas,... 
Verdura variada : cebolla, zanahoria, la parte verde del puerro, nabo, hojas de lechuga feas que vayáis a tirar (cocina de aprovechamiento),... 
Laurel, perejil,...., toque de pimienta y sal. AOVE. Y claro, agua. 
Vino blanco.

Para el guiso : 
Garbanzos, como medio kilo. 
Un par de bolsas de espinacas cortadas y limpias. 
Una cebolla grande.
Anillas de calamar, como un kilo.
Salsa de tomate casera (o una lata pequeña de tomate triturado). 
Concentrado de tomate (opcional), que no hará falta si teneis una buena salsa casera.
Sal.
AOVE.
Agua.
Vino blanco.

RECETA

Elaboración del caldo : Se pican todas las verduras, pero no hace falta que sea en trozos pequeños, y se rehogan en una olla grande con un poco de aceite. Cuando estén rehogadas y un poco doradas, se añaden las cabezas y las peladuras de marisco. Cuando estén también ligeramente doradas las cabezas, y hayan soltado todo su jugo, se añade un poco de vino blanco y se deja que se evapore el alcohol, como 10 minutos aproximadamente. Entonces se añaden las cabezas y las espinas del pescado, unas hojas de laurel, perejil (mejor fresco) también, si tenéis , y se cubre todo de agua. Cuando rompe a hervir, se deja cocer 20 minutos, no más porque las espinas del pescado si cuecen mucho amargan el caldo. Se pasa el caldo por un colador fino y se reserva 

Vamos con lo que es el guiso.

La noche antes de meternos en materia, se dejan en remojo los garbanzos. Nos dice Nena que ella los remoja con laurel, perejil, unos cascos de cebolla y unos dientes de ajo. Mínimo tienen que estar 12 horas a remojo. 

Al día siguiente, se pone a cocer el caldo de pescado y cuando esté hirviendo, no antes, se echan los garbanzos escurridos. Si optamos por olla rápida, como opta Nena, son aproximadamente 12 o 15 minutos; pero ya sabeis que soy más de cocciones lentas, de cazuela. Cuando estén cocidos, se escurre y se reserva el caldo por un lado y los garbanzos por otro. 

En una cazuela grande se echa un poco de aceite y se rehoga una cebolla grande, cortada muy finita. Cuando esté rehogada y un poco dorada, se añaden las anillas de calamar limpias. Dejaremos pochar hasta que las anillas de calamar cambian de color y se vuelven blancas; en ese momento se añade medio vaso de vino blanco y se deja cocinar todo junto, unos 10 minutos para que se evapore el alcohol. En ese punto se añade una cucharadita de concentrado de tomate y 5 cucharadas soperas de salsa de tomate casera. 

Se vuelve a dejar cocinar todo junto unos 15 minutos más. Si se ha utilizado tomate triturado, entonces hay que dejarlo cocinar el doble de tiempo para que se haga bien el tomate. En ese momento se añaden las espinacas cocidas (o directamente de la bolsa). Si las añadís directamente de la bolsa, hay que dejar que se reblandezcan y se integren en el guiso, lo cual no tarda mucho. Se añaden los garbanzos cocidos, y se cubre todo con el caldo de pescado, dejando cocinar hasta que los calamares estén hechos.

La cantidad de caldo de pescado que se añade es opcional, depende si os gusta más o menos caldoso el guiso.

Recomiendo hacerlo el día antes de comerlo, ya que está más rico de un día para otro, como cualquier guiso de cuchara. 

Truco adicional : Ese caldo de pescado está muy rico también para hacer arroces, por ejemplo.

Otra versión es sustituir los calamares por bacalao, más clásico. Le va muy bien unas bolsas que venden de bacalao desmigado. Se hace igual que en el caso de los calamares. El bacalao tiene que estar previamente desalado o ser fresco. Nena nos recomienda desalado, que está más rico a su parecer.

Pues sí, un guiso intenso, pleno de sabor...y muy fácil de realizar. En esta caso creo que un rosado de Prieto Picudo leonés sería fabuloso maridaje. A por la cuchara.

viernes, 27 de marzo de 2020

Las recetas "contra" el #Coronavirus : Pilar Laguna. Carrilleras de carne.



Para mí el número trece nunca ha sido algo negativo, es más, posiblemente lo considero un número de buena suerte. Pues vamos con la receta del Viernes, la 13, que no es Viernes 13, pero da su juego.

Va surtiendo efecto la idea, y ya van llegando recetas de familia de amigos o compañeros, por ejemplo. En este caso, hermana de mi compañera de trabajo, Cristina (que ya nos dejó su receta de patatas a la riojana) : Pilar, muchas gracias. Y si son unas carrilleras, pues mucho mejor.

INGREDIENTES

Carrilleras (de cerdo o ternera). En este caso de cerdo (pero que sea ibérico). La cantidad depende de los comensales y teniendo en cuenta que merman mucho.
Una Cebolla.
3 Zanahorias grandes.
Ajo, laurel, pimienta en grano, sal.
Vino tinto (recordad que cuanto mejor sea su calidad, más rico quedará). Más o menos medio litro por cada 6 carrilleras.
Aceite de oliva virgen extra, del rico.

RECETA

Primero, salpimentamos la carne, y en la olla la pasaremos por aceite para sellarla, y que guarde sus jugos. 

La retiramos, y en ese mismo aceite se sofríe la cebolla (puede ser entera), con un par de ajos “chafados”, unos granos de pimienta negra, hoja de laurel y las zanahorias peladas y cortadas. Cuando esto está listo, añadimos la carne y el vino (con alegría).

Una vez se haya evaporado el alcohol, cerramos la olla exprés, y en 10/12 minutos está listo. Aquí es cuando introduzco mi toque, y es aconsejar a elaborar en cazuela u olla tradicional, dejando tiempo suficiente para que quede en punto y jugosas; además, no quedaría mal un toque de caldo de carne.

Llega el momento de ligar bien la salsa, parte esencial de la receta. Se retira la carne para poder pasar por la batidora las verduras y que esa salsa quede “con fundamento”. Y debe tener ese brillo que nos llama a meter el tenedor.

Nos cuenta Pilar que suele acompañarlo de arroz basmati, cocido y pasado por aceite con comino en grano. Perfecto, pero también podemos optar por un puré de patata casero o unas ricas patatas fritas; la cuestión es aportar hidrato de carbono para hacer que la receta sea completa.

En esta ocasión, hemos de buscar un vino tinto con cuerpo, que acompañe y maride adecuadamente...y así disfrutar el doble.

jueves, 26 de marzo de 2020

Las recetas "contra" el #Coronavirus : Pilar González. Gyozas caseras



Voy perdiendo la noción de los días (no sé si es bueno o malo), con lo que la propia guía del blog me da referencias, así que en el duodécimo día "alarmados", aquí llega la receta nº 12. Reminiscencias asiáticas, pero con recuerdos de nuestras empanadillas de toda la vida 😝. Y de elaboración muy sencilla.

En esta ocasión llega de la mano de una compañera (y amiga) bloguera, Pilar González ( en Instagram @lcpadawan ). Siempre divertida (no teneis más que seguir su "diario" de estas jornadas en Facebook, una vez la tórtola la despierta), arrancó con su blog de recetas, La cocina de Padawan, un par de meses antes que el mío. Apasionada de la cocina y de una buena copa de vino, en esto seamos realmente parecidos, es de disfrutar con amigos, eso que ahora estamos todos echando de menos.


Nunca he hecho gyozas, pero a la vista de la receta, he de animarme, y seguro que todos vosotros, también. Y creo que para los niños puede ser una buena opción. Vamos al lío.

INGREDIENTES (para unas 20 obleas / gyozas)

200 gr. de harina (mejor de repostería). Aquí sugiero ir experimentando con harinas de distintos tipos, para dar juego.
Agua (caliente).
Sal.
Relleno (al gusto).

RECETA

Para la masa, usamos la harina, 100 ml. de agua calentita y media cucharadita de sal disuelta en el agua. Amasaremos bien hasta que quede bien lisa, y se deja reposar tapada con papel film, una hora más o menos, para que relaje. 

Cuando pasa ese tiempo, se le da un amasado ligero y se porciona, que salgan piezas iguales. Lo mejor es hacer como un churro y cortar. Se estiran, poniendo en la encimera almidón de maíz (para que no se peguen), de forma circular, y si quieres que queden perfectas las cortas con un aro o molde redondo que tengas; las vas poniendo unas encima de otras para que no se sequen. Con eso salen unas 20 obleas (para mayor cantidad, no hay más que recalcular ingredientes), dependiendo del tamaño. 


Y el relleno es al gusto. Las presentadas en las fotos llevan carne picada de cerdo y ternera (con 200 gr totales bastaría en este caso), jengibre fresco y ajo, los dos bien machacados, un chorrito de aceite de sésamo, cebolla picadísima, sal, una cucharada de salsa de soja y un poquito de Maizena para que empaste. Se mezcla todo muy bien y, por último, col china o, en su defecto, lechuga iceberg, también muy picada.

Para rellenarlas, se pone en medio un poco del relleno con una cucharita, se humedece la mitad de la oblea y se une a la otra mitad dando la forma que se quiera. Aquí entra en juego en la imaginación de cada uno.

Sólo queda la forma de cocinarlas, y en esto Pilar nos ofrece 3 alternativas :
Una, fritas, sin mayor complicación, al estilo empanadilla (pero no de Móstoles). No son las que más le gustan, pero también quedan ricas. 
Otra, al vapor, durante 7 - 8 minutos, con la vaporera tapada. Aquí el problema es que hace falta tener vaporera 😆, claro. 
Y la última, en sartén al vapor, untando con un poco aceite el fondo, se colocan para que se dore un poco el culillo, y se añade un poco de agua con Maizena disuelta, pero no mucha, tapando y unos 7 - 8 minutos tapadas; de esta forma se hacen perfectas y el fondo queda con un crujiente delicioso. Son las que más gustan a Pilar, y nos recomienda.


Y la salsa de soja, perfecto para remojar un poco.

Pues ya estoy pensando en posibles rellenos, y hasta en la forma de las gyozas. De verduras, con pescado o distintas carnes, o incluso dulces (con toques de chocolate y sal, por ejemplo)...y así podemos tomar vino de todo tipo, e incluso un vermú, ¿verdad Pilar?

miércoles, 25 de marzo de 2020

Las recetas "contra" el #Coronavirus : David de Andrés. Pastel de calabacín con queso gratinado



Hoy nos encontramos, la undécima, con otra receta, en este caso de las de hacer con y para niños, de forma saludable. Una cena equilibrada.

Nos la acerca David de Andrés, propietario de uno de los principales restaurantes de Moralzarzal, quizá el mejor por calidad de producto, como es Huerta 33, una verdadera referencia #SierraGourmet, y sobre el que ya os hablé en el blog. Un lujo en pescados y marisco (sólo de primera categoría), buenas carnes y ricos arroces, siempre acompañados de vinos que dan la talla. Aprovecho para recomendarlo.


Vamos a entrar de lleno con la receta de este pastel.

INGREDIENTES

3 calabacines hermosos.
2 cebollas grandes.
Sal.
Pimienta en grano, molida al momento.
4 huevos.
250 ml de nata líquida.
Orégano al gusto, que si es fresco, mejor.
50 ml de leche entera.
Queso rallado (el tipo que más os guste).
Aceite.

RECETA

Cortamos las cebollas y los calabacines en juliana, y pochamos por separado; importante hacerlo así porque el calabacín suelta mucho agua y requiere de más tiempo (un buen truco a tener en cuenta). En cada caso, añadiremos sal,  pimienta negra y orégano, al gusto.


Cuando estén bien reducidos los dos pochados, se mezclan en un colador grande, para que escurran el líquido acumulado.

Por otro lado, batimos los huevos, y añadimos la nata, la leche y una pizca de sal.


Ya mezclados el calabacín y la cebolla, todo bien escurrido, introducimos junto con el resto en un molde apto para el horno, añadiendo por encima el queso rallado (podría hacerse a mitad de cocción); metemos en el horno a 190 grados, durante 30 minutos, aunque dependiendo del horno podrá pedir más o menos tiempo (no es recomendable abrir el horno, sólo ir mirando desde fuera que se quede dorado y gratinado el queso).




Para presentar en mesa, podríamos buscar varias formulas, con alguna salsa de queso ligera, una bechamel con un toque trufado o sencillamente solo.


Y como sé que David es buen aficionado al vino, como yo, se me ocurre acompañar con una garnacha de crianza media de la Comunidad de Madrid.

martes, 24 de marzo de 2020

Las recetas "contra" el #Coronavirus : Juanan Manresa. Sopa Thai de calabaza y pollo



Me había propuesto llegar a 10 recetas, y aquí estamos (una por día). Pero es que esta semana ya la tengo casi completa con otras varias.

Hoy nos acerca una receta asiática, que nos permite viajar (con la imaginación), de toque picante, uno de mis primos, a veces "primate", de los de las risas, el sarcasmo y la ironía (o sea, muy de mi cuerda). Juanan, muchas gracias por la aportación, y que no nos falte el humor.


A la tarea con esta Sopa Thai de calabaza y pollo.

INGREDIENTES

Un pollo pequeño (podría ser un picantón o coquelet si es sólo para dos, o incluso uno, y recalcular el resto).
Una calabaza tipo cacahuete (butternut squash).
Una cucharada grande de pasta de curry rojo tailandés.
Un manojo de cilantro.
Un bote de leche de coco (500 ml).
Agua.
Sal.
Arroz (a preparar con un poco de aceite y sal).
Lima.

RECETA

Empezamos por meter en una olla, suficientemente grande, el pollo entero, la calabaza, pelada y cortada en trozos, y la mitad del manojo de cilantro. Se añade toda la leche de coco, junto con un litro de agua; probablemente no cubra el pollo en su totalidad, pero no os preocupeis, ya que no pasa nada. Vamos poniendo a fuego no demasiado alto.

Seguiremos añadiendo la cucharada de pasta de curry rojo tailandés (¡ojo!, pica bastante, así que podeis disminuir la cantidad, si no lo aguantarais). Cuando empiece a hervir, tapamos la olla, dejando cocer durante hora y cuarto, más o menos, a fuego medio; revisamos de vez en cuando, para ver cómo va.

Cuando haya terminado, rectificamos de sal, viendo el punto a gusto de cada cual.

Para presentar, sacamos el pollo y lo troceamos en piezas grandes, para repartir por persona, y lo colocamos en una fuente honda, echando la sopa por encima.


Podemos aplastar con un tenedor parte de la calabaza para que la sopa tenga más textura. Rematamos con el resto de cilantro, picado, por encima. Acompañamos con con un bol de arroz y lima, que también se podrá exprimir sobre la sopa.

Sin duda, una muy interesante receta, que no deja de ser de sencilla elaboración. A modo de aportación personal, se me ocurre darle un toque de pimienta en la sopa, y también el poder pasar por batidora la sopa, si deseamos que quede más al estilo crema (aunque se saldría del concepto del plato).

lunes, 23 de marzo de 2020

Las recetas "contra" el #Coronavirus : María Bilbao. "Pizzas" con base de berenjena



Y seguimos con una receta perfecta para niños (por poder elaborar con ellos y por ser un sustitutivo saludable de las pizzas industriales). Vamos por la novena, y no sinfonía de Beethoven.

Nos la hace llegar mi prima María, y me cuenta que la elabora junto a Carmen, su pizpireta hija. Surgió como fórmula para que comiese verdura, y ésta es una buena forma de "camuflarla", a través de un concepto que a todos los niños encanta, como el mundo de la pasta, y en concreto la pizza. Tomad nota, y ahora es buen momento para ser imaginativos.

Gracias María, seguro que a muchos padres les servirá.

INGREDIENTES

Dos berenjenas (que sean anchas).
Huevos.
Harina. (Se me ocurre que sea de maíz).
Pan rallado.
Jamón cocido. (Sustituible por jamón serrano o, en plan lujo, cecina).
Tomate frito. (Ahora que hay tiempo, preparad vuestro propio y casero tomate frito).
Queso para gratinar, por ejemplo, Emmental. (Aquí depende de la potencia que le quiera dar cada uno).
Sal.
Se necesitará papel de horno.

RECETA

Empezamos por cortar las berenjenas a lo largo, ya que serán las bases. Daremos punto de sal, y rebozamos con harina, huevo (batido) y pan rallado.

Habremos encendido el horno unos 5 minutos antes, a unos 200ºC. Colocaremos, sobre papel de horno en la rejilla, las berenjenas para que se hagan, durante unos 10 - 15 minutos (en función del grosor al que hayamos cortado las mismas). Las sacamos.

Montamos las "pizzas". Extendemos por encima el tomate frito, sobre el que irá queso, loncha de jamón y otra vez queso. De nuevo al horno, durante 10 minutos (manteniendo temperatura anterior), y durante los últimos 5 gratinaremos.


Si a los niños les gusta, o es sólo para mayores, un toque de oregano remataría perfecto, junto con un chorrito ligero de buen aceite.

Más fácil imposible...¡a cocinar!

domingo, 22 de marzo de 2020

Las recetas "contra" el #Coronavirus : Javier Ferrer. Ensaladilla de alcaciles



Bueno, entramos en la segunda semana (yo llevo más tiempo confinado) y, por tanto, la octava receta, por ahora cumpliendo con una por día. Pensad en positivo, restando lo ya pasado y no pensando en lo que queda. Y recordad que #TodoSaldráBien .

En esta ocasión toca una receta, muy de tasca, de esas que anhelamos y en tiempo no muy lejano volveremos a llenar. Y nos la acerca uno de esos "conocidos" que encuentras en las Redes Sociales (en concreto en Twitter), comentando sobre lo divino y lo humano, y casi siempre con mucho y buen humor. Se trata de Javier Ferrer (no dejeis de visitarle en @disparatedeJavi ), experto en comunicación y apasionado de la cocina (en distintas facetas), afamado #imprudencer y conocido por sus divertidas #giliCrónicas de diversos programas de cocina.


Vayamos con la receta.

INGREDIENTES

Un cuarto de cebolla morada. Detalle más importante de lo que parece.
Alcachofas de conserva (7). Sí, estos son los alcaciles (en Murcia), o alcauciles en otras zonas, como Cádiz.
Atún en lata (una). Yo aportaría que si es atún rojo, pues mejor.
Mahonesa. Si no es de bote, ya sabeis (aceite de oliva y un poco de aceite de girasol, sal, un huevo y chorrito de limón o de vinagre, todo a la batidora y mucho cariño).
Sésamo negro.
Anchoas (opcional).

RECETA

Nos ponemos a picar en brunoise muy fina la cebolla, alcachofas y el atún.

Esta picada de los ingredientes la mezclaremos con la mahonesa. Rematamos incorporando sésamo negro.

A disfrutar, bien como tapa acompañada de rosquillas murcianas, o montar, según nos cuenta Javi, una nueva y maravillosa versión de la clásica marinera murciana (con la anchoa coronando).


Podeis versionarlo, pero me parece una excelente y sabrosa ensaladilla. Gracias Javier, nos seguimos viendo por las RRSS...