Hay que aprovechar cada instante







La vida es disfrute, y para mí, uno de los mayores disfrutes de la vida,



además de mi familia y mis amigos, es un buen vino con unos ricos manjares,



y en un lugar difícil de olvidar. A partir de ahora, intentaré aportar recetas,



notas sobre buenos vinos (de aquí y de allá), Gin Tonics, interesantes hospedajes,



opciones de hostelería y lugares para visitar........con sus enlaces y



lo que todos querais opinar y aportar.........



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miércoles, 3 de septiembre de 2025

Bichopalo, o como ofrecer Alta Cocina con buena RCP en Madrid




Allá por Octubre de 2019 (recién estrenados en su anterior y primera ubicación), les conocí y descubrí, comenzando una buena amistad que arrancó con unos primeros párrafos que escribí sobre ese desparpajo culinario, que ha ido tornando hacia un local de alto nivel, donde menos es más.



Pues bien, además de recomendaros una rápida lectura a aquel post, no puedo decir otra cosa diferente a que la mejora cada día que pasa es sustantiva, con esa calidad inmejorable, técnica precisa de Dani en cocina (ahora ya tiene lugartenientes) y sensacional servicio en sala de su hermano Guille (otra novedad, respecto de la publicación original, pero que ya venía de antes).




Por otro lado, la ubicación y local ha ido a mejor de manera sensible, una vez se mudaron, hace ya unos pocos años, a un coqueto local a pie de calle, bajo el criterio (que ha prevalecido) de pocas mesas y buena atención, con cocina vista (que no esconde nada) y esos platos de autor y tremendo nivel, con una RCP sencillamente insuperable, siendo ya una referencia gastronómica madrileña que uno no se debe perder. Al inicio hablábamos de un menú degustación de 35 € (bebida aparte) de 7 platos, que saciaban cuerpo y alma, no dejando indiferente a nadie, y siendo difícil que no guste a todo el mundo. Y todo a precio "de saldo", ya que en la comparativa con otros que se pudieran asemejar, parecían esa oferta que todos queremos encontrar. Con esto, la Guía Michelín se ha fijado en ellos, y son ya cuatro años seguidos como restaurante recomendado, primero, y los últimos 3 como Bib Gourmand (o traducido, excelente RCP).




Pero había que seguir evolucionando, con mayor nivel de platos e, incluso, mejorando la calidad del producto, y de ahí llegó un siguiente menú a un precio ligeramente superior (40 €). Recientemente han terminado una reforma en el local (que todavía traerá algún otro retoque (en forma de cava para 400 botellas, cambio en la barra de partida y remate de elaboraciones, o el reservado)); nuevo salto de calidad, y una doble oferta de menús (corto y largo (11 pases), a 40 y 75 € respectivamente, siempre la bebida aparte, y manteniendo un alto nivel en su RCP), a lo que sumar varias sugerencias fuera de carta, según estación y mercado, para los de paladar inquieto, o quieran complementar el menú corto.





El menú, como antes, no es fijo (aunque algún plato empieza a convertirse ya en clásico), con cambios periódicos de o en ciertos platos, al tiempo que son capaces de amoldarse al comensal, según intolerancias y alergias. Perfecto manejo de las técnicas vanguardistas, aunque sin olvidar esa cocina tradicional de guisos y salsas, sensacionales puntos en carnes y pescados, intensidad en las coberturas y complementos, imaginación en los postres, atrevimiento en el uso de productos; todo esto, en un resumen rápido, es lo que se encuentra el visitante que busca una experiencia completa, y con esa sensación de allí saldrá.




Siguen trabajando de forma cuidadosa los vinos, con una acertada selección, cada vez más extensa, y la posibilidad de disfrutar de buen número de los vinos por copas. Poco a poco irán incorporando nuevas referencias, escuchando al cliente y aprovechando el espacio que les aportará esa nueva cava.





Como más vale una imagen que mil palabras, os dejo una buena selección de platos en foto, con sabores de aquí y de allá, y máximo respeto al producto. Ya dije hace unos años aquello de la Estrella Michelín (el primer paso está dado) ... y muchos gastrónomos (verdad que suena mejor que foodie) se han ido apuntando al carro : ¡por algo será, señores inspectores de la Guía! Me da en la nariz que este puede ser el año para la 🌟.







Podría decir mucho más, pero mi consejo es que lo descubráis en persona, reservando cuanto antes (pero recordad que cierran Lunes y Domingo). Si no, os arrepentiréis ... y cuando estéis allí, preguntad a Dani por el origen del nombre del establecimiento, Bichopalo (yo no os haré spoiler). Yo volveré, repetiré y seguiré disfrutando.






C/ Cristóbal Bordiú, 39. 28003 Madrid.
Tel. 917700663
IG: @bichopalorestaurante
https://bichopalo.es/

miércoles, 5 de febrero de 2025

Roma, cada vez me gusta más



Son ya diversas las veces que he visitado la "Ciudad Eterna", siendo joven, casi un niño, en familia, en pareja, con amigos, ... , y la conclusión tras cada viaje es la misma, pero en aumento con el paso del tiempo : 
Roma es probablemente mi ciudad europea favorita para visitar y para volver, por su historia, por sus monumentos, por la forma de ser de sus gentes, por sus vinos, por los paseos, por una gastronomía de nivel.conocí Roma por primera vez. La verdad es que no recuerdo si lancé una moneda a la Fontana de Trevi en algún momento, y así, según marca la tradición, poder estar de vuelta en el futuro, pero seguiré siendo un fiel visitante siempre que pueda.


Roma es pura historia, y no sólo por los más de 2.700 años de existencia, sino también por ser un cúmulo de rincones de la historia del cine, de la política, de momentos bélicos, del mundo gastronómico cercano, ése de las trattorias, cafés y pequeñas tabernas, pero también de la alta cocina partiendo de la tradición. Roma Antigüa y Roma Moderna, pero siempre Roma según su palíndromo : Amor.


Es una ciudad de fuentes y plazas; no hay ninguna ciudad del mundo que tenga más fuentes que ella, por encima de 2.000, y algunas de ellas todavía alimentadas por alguno de los 11 acueductos originales, como la Fuente de la Barcaza (en Plaza España), la Fontana de Trevi (monumental y sorprendente en esa plaza de no grandes dimensiones, pero mucho encanto) o las de la Plaza Navona.



Roma es alboroto y griterío, algo a lo que los españoles estamos bastante acostumbrados; es locura en la conducción (aunque diría que cada vez menos .... o es que me estaré acostumbrando), con motoristas, taxistas, automovislistas e, incluso, policías, como si fueran los "Autos Locos" ... atención extra en los pasos de cebra, y resuelto. Y es que es ciudad para caminar, admirar y disfrutar. Hay que dejarse atrapar por su ambiente, saborear con calma su gastronomía y vinos, intentar convertirte en romano por unos días.




Si se dispone de más tiempo, perfecto, pero en viajes de unos 3 - 4 días hay una serie de imprescindibles que no se han de dejar de visitar, y para los que hay que organizarse bien. Muy aconsejable un alojamiento razonablemente céntrico que permita un fácil desplazamiento, aunque es importante hacer una buena selección que dé lugar a una adecuada RCP.


Sin duda, hay que dejarse asombrar por lo que El Vaticano ofrece, con un derroche de belleza y lujo difícilmente superable. Si se opta por visitar los Museos Vaticanos, algo que si no sobra tiempo no está entre mis imprescindibles, es clave adquirir por internet las entradas por adelantado, dado que en caso contrario puedes sufrir un par de horas de cola para comprarlas allí, o pagar un plus de guía para entrar en grupo, lo cual no recomiendo. Todo el  mundo va buscando la Capilla Sixtina, y una vez allí, si bien resulta sorprendente, sus "limitadas" dimensiones y el tremendo aforo no permite siempre captar al 100% los detalles. Sin embargo, sí creo imprescindible acercarse a la Plaza de San Pedro, realmente grandiosa, y adentrarse en la majestuosidad de la Basílica, recorrerla con cierta calma y sencillamente admirar semejante maravilla.





El Trastévere es pura Roma, reducto para los locales, pero cada vez con mayor número de visitantes foráneos, gracias a su encanto de callecitas adoquinadas, multitud de pequeños locales para calmar la sed y el hambre, y ambiente desenfadado. Perfecto para la cena o la comida, con un aperitivo (el nuestro de día, con el vermú, o el italiano, de tarde) por delante. Es una zona de máximo interés para visitar a esta orilla del Tíber, junto con El Vaticano y el Castillo de Sant Angelo (lo mejor sus vistas), y a estas zonas es recomendable llegar en transporte público, pero Roma está hecha para ser recorrida a pie, sin prisa y con ganas de disfrutar. Cruzando el río, y no lejos del inicio del Trastévere, se hace casi tradición llegar a la Bocca della Veritá para hacerse una foto "arriesgando" la mano.







Un paseo muy agradable es el que puedes arrancar desde la Plaza Barberini, junto a la Fuente del Tritone y observando el Hotel Bernini, para dirigirte desde allí a la parte de arriba de la Escalinata Española por Vía Sistina, continuar bordeando por debajo de Villa Medici, donde tendremos fabulosas vistas de la ciudad, hasta la Piazza Napoleone. La Piazza del Popolo quedará a tus pies, y allí puedes dirigirte descendiendo el monte Pincio; tomando la Vía de Babuino hasta la Plaza de España, donde podremos sentarnos un rato en la escalinata o fotografiarnos junto a la Fuente de la Barcaza, es buen momento para un alto en le paseo. Y no se puede salir de tan insigne plaza que por la elegante Vía Condotti, con sus lujosas tiendas, para desembocar en la comercial Vía del Corso (¿cuántas tiendas tendrá y de qué nivel de lujo?). 



Siguiendo la ruta, se avanza divisando al fondo el Monumento a Vittorio Emanuelle II, el Vittoriano, sin duda imponente y antesala de la Roma Antigüa, pero antes puede uno desviarse adentrandose en el barrio de Trevi, donde encontramos el Quirinale y, sobre todo, uno de los más bonitos e impactantes monumentos de Roma : la Fontana de Trevi. Altamente recomendable en la zona, si aprieta el hambre, tenemos Il Chianti, restaurante-vinoteca de estilo toscano, donde no se saldrá insatisfecho.



Vía del Corso es una importante arteria romana, por lo comercial como antes mencionaba, pero también por ser enlace entre zonas, y a la vez separación de otras. Entre esta calle y el Tíber tenemos el Centro Histórico, otro de esos imprescindibles. Infinidad de calles para pasear, multitud de iglesias que no se han de dejar de visitar, trattorias y tascas junto a alguna de las mejores heladerías, cafés bien dispuestos y enotecas que te llaman la atención. Espléndida la Plaza Navona con sus 3 hermosas fuentes; Campo de Fiori, esa plaza mercadillo de día y zona de restaurantes y ambiente de noche; sencillamente espectacular el Panteón de Agripa, imponente por fuera, bello por dentro, y además la estructura mejor conservada de la antigüedad.


Especial mención, y muy recomendable, realizar un recorrido por algunas de las principales y más emblemáticas iglesias romanas (y ninguna de pago. La Iglesia de Santa María la Mayor, que acoge la tumba de 6 Papas, y con consideración de una de las 4 Basílicas Papales, se alza inmensa en su ubicación. San Pietro in Vincoli (San Pedro Encadenado) resulta una iglesia de aparente sencillez externa, en un rincón medio oculto, pero con el imponente Moisés de Miguel Angel en su interior. Y de ahí llegar a la majestuosa Archibasílica de San Juan de Letrán, la iglesia más antigua del mundo, y de ahí que se la considere la Cabeza y Madre de todas las iglesias, y primera residencia oficial de los papas, lo que podríamos considerar, en origen, la Catedral de las catedrales; y muy cerca de ella, como vestigio histórico del cristianismo, la Escalera Santa, aquella que Jesucristo ascendió, por sus 28 peldaños, camino de su ajusticiamiento. 








Nos queda hablar, aunque en Roma hay mucho más, de una zona que no ha de faltar en la visita : el entorno del Anfiteatro Flavius. ¿No sabeis a qué me refiero? Tuvo capacidad para 75.000 personas y muy cerca Nerón se construyó (su figura) una enorme estatua de bronce y 40 metros de altura, que los romanos originales llamaron el coloso, y de ahí el nombre de lo que ahora conocemos como Coliseum (Colosseo). Excepto el primer domingo de mes, cuyo acceso es gratuito y no se puede reservar, si se desea visitar, lo adecuado es llegar con las entradas anticipadas o, en el peor de los casos, sacarlas en las taquillas de los Foros Romanos donde encontraremos algo menos de cola. El trayecto habitual es el que comienza en el Colosseo, sensacionales vistas fuera y recuerdos de otra época dentro, aunque mucho más si pensamos en lo que realmente era con sus empinadas gradas de mármol y la zona de arena que absorbiera bien la sangre de animales y gladiadores, y en otros momentos estadio de luchas de embarcaciones (cuando auqellos se inundaba para tales fines); se sale para dirigirse hacia el Monte Palatino tras admirar el Arco de Constatino (uno de los 3 arcos de la victoria que quedan en Roma, en la misma zona, junto al de Tito y el de Settimio Severo), pasear por los restos del Templo de Venus y adentrarse en los Foros Romanos, historia en estado puro.





Pero no todo es hacer fotografías y visitar monumentos 😉; cuando se viaja hay que conocer a sus gentes y su gastronomía, parte importante de su cultura y forma de ser. Por eso os dejo algunas pistas de varios buenos sitios para comer y beber en condiciones, y como en la mayor parte de Roma, a precios razonables. Uno ya os lo he nombrado, Il Chianti, posiblemente lo mejor en Trevi; en una zona muy turística como la Roma Antigüa me parece curioso hacer una visita a Cleto, taberna sin grandes pretensiones con comida sabrosa y cuantiosa (y bastante clientela local), además de bastante alboroto; no lejos de la Plaza de España, en una callecita peatonal y con una pequeña terraza, el elegante Dillá, con buen producto y elaboración, y una amplia carta de vinos, aunque a precios algo más elevados que otros locales de la zona. En el Centro está muy de moda, y es totalmente entendible, Cipasso, donde ni la comida ni sus vinos (y amaros) te defraudarán. En Trastévere hay mucho y bueno, así que os dejo 2 referencias : Ai Bozzi, elegante cocina tradicional romana, y enfrente buenos vinos y vermú, sin desestimar la comida, en Vinallegro; pero hay mucho más. Y uno de los que más me gusta y recomiendo, tras haberlo disfrutado con calma, Trattoria Al Gran Sasso, cercano a la Piazza del Popolo; dividido en 2 pequeños salones, comida clásica del Lacio de muy buen nivel a precios ajustados y donde los romanos son habituales clientes. 






Si con esto no os he convencido, lo mejor es que lo comprobéis por vosotros mismos, y así certificar que Roma siempre será ETERNA.