INGREDIENTES (4 personas)
Sandía (varias tiras, al menos una por persona). Podemos llegar a preparar media sandía, no demasiado grande.
Tomate maduro para macerar. Podría valer de cualquier tipo, pero cuanta mayor calidad, mejor saldrá la receta.
Un tomate de caserío o de temporada, que sea de primera calidad.
Albahaca fresca (varias hojas).
Pimienta de Sichuan.
Una lima.
Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE).
Vinagre de Chardonnay.
Polvo de salicornia. Si no se encuentra, sustituiremos por sal (a ser posible, baja en sodio).
Pipas de calabaza caramelizadas / garrapiñadas. Se podría sustituir por otro fruto seco, bien garrapiñado o no (en su defecto).
RECETA
Lo primero es macerar la sandía, de tal manera que nos recuerde de fondo a un tomate. Para ello vamos a triturar el tomate maduro en AOVE, con un poco de pimienta de Sichuan y polvo de salicornia (podríamos sustituir por sal); en esa mezcla dejaremos la sandía macerando durante al menos media hora (y si puede ser más, mejor).
Sacaremos la sandía, que reservamos; por otro lado, con la mezcla de maceración pasamos por colador fino, quedándonos con un agua de tomate algo especial, y que será el aliño, mezclado con un poco más de polvo de salicornia, zumo de lima y vinagre, además de corregir de AOVE, si se precisara.
Cortamos la sandía en trozos de bocado, y el tomate de caserío en trozos algo menores. Los "confundimos" en una bandeja o plato plano, colocando por encima las hojas de albahaca cortadas a mano.
Un primer napado con nuestro aliño, para colocar después las pipas garrapiñadas. Segundo napado, y podríamos rematar con ralladura de piel de lima.
Solo queda refrescarse disfrutando. Ultimos coletazos de verano, pero no sin ricas recetas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario