Hay recetas sencillas y de corte clásico que se pueden convertir en verdaderos platos gourmet, de restaurante de nivel, con ligeros retoques. Y así ocurre cuando el clásico pollo asado a la naranja (o limón) se sustituye por esos pequeños coquelets franceses (picantones o pollos tomateros en otras latitudes), y la naranja toma otra vía, con matices rojos y sangrantes.
INGREDIENTES (3 personas)
Aceite de oliva virgen extra (AOVE).
Pimienta de Jamaica.
Sal rosa del Himalaya.
RECETA
Comenzamos pelando las patatas, que cortaremos en dados de tamaño generoso. Las pondremos en el microondas, con sal y un ligero toque de AOVE, durante 5 minutos y medio, y así tener a media cocción, para después rematar en el horno.
Mientras vamos precalentando el horno a 170ºC, colocaremos en la bandeja de horno las pequeñas aves, esos deliciosos coquelets francesas, que salpimentaremos al gusto; chorrito de AOVE. Los dientes de ajo (pueden ser pelados o sin pelar) y las chalotas peladas alrededor, y sobre los pollitos regamos con zumo de dos de las naranjas sanguinas, y las otras dos en gajos, rodeando.
Las hierbas aromáticas han de coronar, y siempre la cantidad a gusto del cocinero, para terminar de regar todo con el caldo de pollo y el agua.
La bandeja al horno, sólo con impacto de calor por debajo, inicialmente durante unos 40 minutos, y aprovechando el líquido que se genera para evitar que se sequen los pollos. Otros 20 minutos incorporando el grill. Retiramos las hierbas aromáticas.
Remataremos con la incorporación de las patatas, a media elaboración y que teníamos reservadas, y dejamos 20 minutos finales, con calor uniforme por todas las partes.
Ya sólo quedaría emplatar, sin más complicación que la de una buena presentación del actor principal, el coquelet.
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