Por otro lado, el producto de temporada siempre estará en mejor punto de consumo y mucho más sabroso, y no perderemos esos productos de temporada corta y puntuales, que no son posibles de adquirir en otros momentos.
Dicho esto, y según arranca la primavera, es perfecto momento para disfrutar de una de las vainas más ricas, con ese ligero dulzor, fácil elaboración, toque crujiente y gran frescor (se han de consumir pronto), como los tirabeques. Se pueden consumir de muchas formas, pero a mí me gustan salteados y con algún toque de proteína; si le damos un ligero punto de "lujo", pues sólo queda disfrutar.
INGREDIENTES (4 personas)
500 gr. de tirabeques.
Carabineros (2 - 3 por persona, según tamaño).
Un cuarto de cebolla morada.
Aceite de oliva virgen extra (AOVE).
Sal con pimienta y naranja (podría ser casi cualquier otra).
Pimienta de Jamaica (que no sea una pimienta muy potente, pero sí aromática).
Crema balsámica de jengibre.
Un poco de vermú madrileño : LaVilla.
Agua.
RECETA
Lo primero es hacer ligeramente al vapor (un par de minutos, ya arrancado) los tirabeques, aunque podríamos saltarnos este paso, si os gusta la verdura más al dente.
Picamos la cebolla en trozos no demasiado pequeños, y salteamos en AOVE. LO mejor es que sea una sartén grande y algo honda, o incluso un wok. Enseguida vamos a incorporar el jugo de las cabezas de los carabineros, mientras que reservamos, pelados y enteros, los mismos.
Añadimos los tirabeques, para seguir salteando, con un chorrito de la crema balsámica de jengibre (podríamos sustituir con zumo de media lima o limón), salpimentando al gusto y, tras unos instantes iniciales, completar con medio vaso pequeño de vermú.
A fuego medio-alto, se ha de evaporar el alcohol, y ahí ya los tendremos. Justo al final colocamos encima los carabineros, para que con el calor residual se hagan ligeramente (mejor crudos que pasados), y apagaremos el fuego.
Tan sencillo como es cuento, tan delicioso como seguro que imagináis.
Y en este caso os voy a recomendar un vino excelente para este plato, por potencia, aroma e intensidad : Malkoa, un txakolí de pago y con crianza, de Bodegas Astobiza.
1 comentario:
Muy buen platillo para acompañarlo con una copa de vino.
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