Sigue siendo un local, ahora ya a pie de calle, de dimensiones medidas y controladas, donde estar a gusto, casi en casa, con una decoración sencilla y acertada, y mayor comodidad.
La atención, en la misma línea de cercanía y atento servicio, no exento de la adecuada profesionalidad que se ha de requerir. En este sentido, y será un acierto que así se mantenga, Nekane maneja la sala con desparpajo y conocimiento, con una sonrisa que te alegra el día.
La cocina, muy de mercado, sigue la misma trayectoria marcada, con algunos platos que se mantienen como imprescindibles (rossejat (antes con raya, ahora con gamba roja), torreznos, tacos, tarta de queso,...), y que bien os explico (y os invito a volver a leer) en el anterior post. Novedades acertadas, estilo marcado, buen manejo del producto de temporada, con suficiente variedad para la elección.
Combina la tradición con la vanguardia, alguna técnica camuflada en conceptos de hace tiempo, y ciertas influencias de cocina francesa mezclada con lo nuestro, lo mediterráneo.
De los postres, sin duda, la tarta de queso (cuyos quesos cambian con las estaciones) es magistral, cremosa, una delicia. Hay otras opciones, pero sólo como complemento a la tarta 😏.
La carta de vinos sigue dando mucho juego, y al ganar espacio se ha ampliado con algunas referencias. Variedad en zonas y uvas, a precio equilibrado.
Y aunque quizá se haya podido incrementar ligeramente el precio (lo cual es razonable), se mantiene una gran RCP, con un ticket medio entre 30 - 40 euros.
Montesa, 9
28006 Madrid
915654557
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