Para un carnívoro reconocido como yo, limitarme a las magníficas carnes que tenemos en
España y algunos cortes argentinos o similares, fue acertado hasta hace un par de años, cuando descubrí otras carnes que podían aportar nuevas cosas.
Por supuesto que no desprecio un buen cochinillo (en el
Narizotas o en
José María, claro, en Segovia) o un cordero lechal de Aranda de Duero (
Lagar de Isilla), con buenas opciones de vino en ellas; la carne gallega, fabulosa; chuletones, de muchos sitios, y mejor si son de buey (en
Carbonero el Mayor, los hay de verdad); y la carne de la Sierra de Guadarrama, que la tengo cerca, por descontado. Me gusta la carne en todas sus acepciones : solomillo, carpaccio, chuletón y chuleta, steak tartar (muy bueno en
El Landó), hamburguesas (mención esecial a
Hamburguesa Nostra y al mítico
Alfredo´s), aunque sobre todo las opciones más cercanas al poco hecho.
Sin embargo, por cuestiones que no vienen ahora al caso, pude conocer a
Manuel Cupeiro y su peculiar empresa,
MUSEE GOURMET, básicamente imbuida en el mundo de las carnes (de aquí y de allá).
Opciones que creo que gustan a los niños (al menos así ocurre con mis hijas) son el canguro y/o la avestruz, carnes de poca grasa, sabrosas y muy tiernas. Con una buena plancha, podeis tener resuelta una comida.

Carpaccios de distintas carnes, como Buey Angus Negro o Waygu, o en opción ahumada, el reno y el alce, te arreglan un entrante : presentación con rúcula y grana padano, y un poco de pimienta negra en polvo, limón exprimido y buen aceite de oliva virgen extra.
Y cuando nos embarcamos en cortes como el solomillo, los escalopines o el entrecot y chuletón, tenemos desde el camello al angus aberdeen, pasando por la gacela y el alce, y llegando al eland. Son todas, carnes de precios accesibles, y ya depende de las ganas de experimentar que tenga cada uno.
Pero la que creo que es la auténtica estrella de las carnes, ésta sí que a precios de lujo de un día, es la carne de Kobe, el
buey Waygu : la carne más veteada que jamás he visto, pura mantequilla en la boca y que en cualquiera de sus opciones merece la pena (y algunas a precios accesibles). Por cierto, es bueno que sepais que cuando os hablan de carne de buey Kobe, se trata del Waygu, criado en Nueva Zelanda, el propio Japón o Perú, por ejemplo, y con sus últimos años de vida en Japón, disfrutando de una vida con música, masajes y disfrute. Sí, vive mejor que alguno de nosotros.
Espero que probeis alguna de estas exquisiteces, y para abrir boca, os dejo un par de sencillas presentaciones :