Mucha gente, por aquello del boca a boca, se acerca atraída por sus hamburguesas (hasta 14 opciones), a precio "de saldo" (5,90 € la más cara, patatas caseras aparte), pero es mucho más.
Primero, es la ilusión de Lucio, su propietario, que ya os mencionaba al inicio del post. Se ha reinventado personalmente, pero también en el propio negocio (con una política de ajuste de precios a partir del margen, a la par que trabajar con buena calidad), nada más arrancar, y ha concebido una fórmula muy interesante, que funcionará allí y en otros sitios de la sierra en los que lo quiera replicar. Y, al tiempo, son ganas de agradar de todo su equipo, en parte joven, por otro lado experimentado.
En segundo lugar, ese local acorde al proyecto, con una muy buena y amplia terraza (con zona acondicionada para invierno), zona de parking (te facilita la llegada) y un interior acogedor, con mesas altas en la zona de barra y un salón para unos 30 comensales (quizá ampliable). A esto se suma una espaciosa cocina.
También, y como tercera baza, salirse de lo habitual en la bebida, con variedad de cervezas (La Virgen y 28 Ibérica, de origen belga) y vinos (en uvas y zonas, sin olvidar Madrid, claro). Esto es siempre de agradecer para completar y maridar bien los platos.
Claro, no nos olvidemos que la comida es clave en un restaurante, y ese es su cuarto punto fuerte, con una buena brasa de carbón, para toques ahumados e intensos (en pescado, carnes, verduras,...), las mencionadas e interesantes hamburguesas (algunas con acompañamientos atrevidos), ricos entrantes que dan buen juego y ricos postres caseros. Además, dado que es un restaurante de corte familiar y para grupos, existe menú adaptado para niños.
En nuestra visita, y a modo de ejemplo, disfrutamos de unas sensacionales Patatas bravas (versionadas con huevo frito al ajillo y panceta crujiente, pero sin perder ese gusto tradicional), Sardina ahumada (de Casa Santoña, otro buen #SierraGourmet) muy fina y equilibrada con cebolla pochada y salsa tártara, Lasaña crujiente de boletus (con salsa perigord), Bacalao a brás (en un punto muy equilibrado) y Ensaladilla rusa (con notas crujientes de encurtidos, ventresca de atún, ligera de mahonesa escabechada y, como ligero defecto, una patata en trozos demasiado pequeños para mi gusto).
Seguimos con un Secreto Duroc a la brasa y chimichurri, tremendamente jugoso, y la Hamburguesa Leonesa (con chorizo picante de León, que asomaba de forma sutil a cada bocado). Terminamos con un par de sus postres de elaboración propia : Lasaña crujiente de pera al ron miel (y una salsa de chocolate blanco, casi natillas, de cobertura) y la curiosa Cheesecake de Baileys y Oreo.
Y lo quinto a tener en cuenta, que de pasada ya se mencionaba antes, es una increíble RCP, con precios muy ajustados y un ticket medio no más allá de 20 - 30 € (siempre a expensas de la cantidad de bebidas), al alcance de la mayor parte de bolsillos.
En definitiva, un excelente conjunto. Y por cierto, en fin de semana, en los momentos de mayor aglomeración, pensad que no hay prisa, relajaos y disfrutad (aunque tarden un poquito más).
Nativo Urban Grill
Carretera Galapagar, 28
28270 Colmenarejo (Madrid)
912196429 / 628932211
info@nativogrill.es
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