Vemos el punto de sal (usé sal del Himalaya), y añadimos eneldo, pimienta blanca y pizca de fenogreco, para enseguida añadir unos ajetes tiernos y frescos.
Chorro de buen vinagre (Forvm) de Chardonnay y dejamos reducir. Incorporamos entonces otro toque importante del plato, soja y un poco de miel, para en último término incorporar el atún, una vez sazonado con sal en escamas, dejando escasos instantes.
Pasamos por plancha unos esparragos trigueros y unas rodajas de calabacín, que nos servirán de acompañamiento y adorno al emplatar, con un leve chorrito de aceite de oliva virgen extra, junto con un poco de cebollino.
En cuanto al vino, elegí acompañarlo con un Atteca 2009, vino de uva garnacha de Calatayud, que se acopló bien al plato, en un maridaje acertado.
2 comentarios:
Hola Fernando,
Desgraciadamente, como tenemos poco acceso al atún fresco, cuándo lo tenemos, preferimos degustarlo al natural, ya sabes, sin grandes florituras. Pero esta receta que has hecho, seguro que es una delicia, las combinaciones son perfectas.
Esa garnacha de Calatayud, tiene también muy buena pinta.
Abrazos.
Gracias. Seguro que la receta es aplicable a otros pescados.
El vino, muy rico.
Un abrazo
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