Hay vinos mejores y peores, que te gustan o no, con unos matices u otros, pero lo que es seguro es que saben mejor en buena compañía. Y bajo esta premisa tenía organizada en casa una jornada en torno a unos vinos que me había traido del Penedés (en concreto de Can Rafols dels Caus).
Un buen rosado para el risotto |
Blanco con barrica, excepcional |
Una maravilla |
También teníamos dispuesto un menú de lujo, que nos iba a preparar nuestro amigo Enrique, pero causas ajenas a su voluntad (de índole laboral) hicieron que no pudiéramos disfrutar de sus platos (ni de su compañía, claro).
Llegado el postre, la verdad es que nos olvidamos de lo casero, y unas deliciosas bizcotelas de Madre Hizo Pan fueron el completo perfecto del fabuloso Muscat de Venise que nos trajo Melquiades de uno de sus viajes por La Provenza.
Rematamos con una "sobremesa" (hasta más allá de las 9 de la noche) realmente agradable, y bien acompañada con algún que otro gin tonic.
1 comentario:
Menudo party... de los que se recuerdan durante tiempo. Buen vino, buena mesa y buena compañía. Lo mejor.
Conocemos algunos de esos vinos, buenos, muy buenos.
Abrazos
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