Hay que aprovechar cada instante







La vida es disfrute, y para mí, uno de los mayores disfrutes de la vida,



además de mi familia y mis amigos, es un buen vino con unos ricos manjares,



y en un lugar difícil de olvidar. A partir de ahora, intentaré aportar recetas,



notas sobre buenos vinos (de aquí y de allá), Gin Tonics, interesantes hospedajes,



opciones de hostelería y lugares para visitar........con sus enlaces y



lo que todos querais opinar y aportar.........



lunes, 20 de febrero de 2012

Una comida con origen en el Penedés

Hay vinos mejores y peores, que te gustan o no, con unos matices u otros, pero lo que es seguro es que saben mejor en buena compañía. Y bajo esta premisa tenía organizada en casa una jornada en torno a unos vinos que me había traido del Penedés (en concreto de Can Rafols dels Caus).
Un buen rosado para el risotto

Blanco con barrica, excepcional

Una maravilla




También teníamos dispuesto un menú de lujo, que nos iba a preparar nuestro amigo Enrique, pero causas ajenas a su voluntad (de índole laboral) hicieron que no pudiéramos disfrutar de sus platos (ni de su compañía, claro).


Ante semejante situación, optamos por una reorganización gastronómica, que la verdad es que resultó bastante bien.

Con el blanco, José Blas y Juani nos lo acompañaron con unos aperitivos : unos ricos y entretenidos bígaros, y un bacalao ahumado sobre tomate. Melquiades y Mariló aportaron a estos aperitivos un particular ceviche de atún y mango (sorprendente concepto).


Ya metidos en faena, y con preparación in situ, Melquiades nos sorprendió con un risotto de hinojo y calçots, acompañado por salsa romesco de su cosecha, o por el ali-oli que esa mañana había preparado yo en casa (con la aprobación final de Esther, mi mujer, para que no estuviera demasiado fuerte). Realmente rico todo.
 




Y como la mayoría de lo degustado tenía que ver (o eso se intentó) con el Penedés, el día anterior pensé que unas butifarras variadas a la parrilla con unas monchetas (un poco a mi particular estilo), no debían faltar; así que dicho y hecho.
Llegado el postre, la verdad es que nos olvidamos de lo casero, y unas deliciosas bizcotelas de Madre Hizo Pan fueron el completo perfecto del fabuloso Muscat de Venise que nos trajo Melquiades de uno de sus viajes por La Provenza.

Rematamos con una "sobremesa" (hasta más allá de las 9 de la noche) realmente agradable, y bien acompañada con algún que otro gin tonic.







1 comentario:

cocinamarroqui dijo...

Menudo party... de los que se recuerdan durante tiempo. Buen vino, buena mesa y buena compañía. Lo mejor.
Conocemos algunos de esos vinos, buenos, muy buenos.
Abrazos