LA SOPA BOBA, más que un restaurante, un placer

Hace tiempo que me habían hablado de este sitio, al que todavía no me había acercado, y eso que lo tengo cerca de casa. Pues ayer fue el día, y ciertamente acabó cercano a la matrícula de honor.

Fue una comida formidable en todos los sentidos, y de la que mi mujer y yo disfrutamos al máximo, ya que además de la tranquilidad de ir solos y sin prisa, fue un continuo de sorpresas.

Arrancamos con unos aperitivos por cuenta de la casa : soja al natural con un toque de sal en escamas y melón con jamón, en helado (para el verano y el calor, fantástico). La elección del vino estuvo en parte influenciada por José Blas (Meddis) y por el precio del caldo (22 €) : LA SOLANA, de Suertes del Marqués, a unos 16º de temperatura, y manteniendo el fresco a lo largo de la comida, con una cubitera con agua fresca.

Aunque Fernando, el propietario, tiene buenos platos de carne y pescado, optamos por probar varios entrantes, más o menos variados, y a fe que no nos equivocamos.

Arrancamos con un Salmorejo de cultivo ecológico y trozos de carne de centolla, seguido de las excepcionales terrinas (de remolacha) con buey de mar y cereza liofilizada.

Por capricho de mi mujer, tomamos media ración de Burguesas (croquetas de morcilla sobre salsa de mango).

Seguimos con una sugerencia de Fernando : Rollitos de panceta de cerdo ibérico y vieiras; rozaron el 10.

Y como toque final (antes de entrar en la segunda parte, excepcional), unas Ortiguillas en una especie de tempura, perfectamente preparadas.

Pero quedaba todavía mucho por disfrutar. Aunque de cantidad íbamos bien, nos lanzamos a los postres, y es que la carta nos llamaba. Y además todas las sugerencias (helado de algodón dulce, mojito para tomar con cuchara,...), que es por lo que nos decantamos.

Pedimos dos postres, el helado de café (muy sabroso) y los Chupa chups de frambuesa y chocolate (quizá lo más flojo de todo), pero Fernando nos sacó, por su parte, una primicia que estaba en fase de inclusión en la carta : un postre de 10.

Helado de Tutti Frutti en tulipa de masa de vainilla.........de sabor excepcional, remataba en la boca con los polvitos de peta-zetas que coronaba el helado, como podeis ver en la foto. Una auténtica obra de arte.

Pero faltaban unos últimos toques; sí, todavía había más. Un chupito de licor casero de regaliz (¡qué aroma, qué sabor!) con unas trufitas caseras que se derretían casi antes de llegar a la boca.

Y como me habían hablado de ello, y no podía ser de otra manera, el GRANDIOSO Gin Tonic que preparan, y que en posterior entrada os comentaré......no os lo perdais.

No es que os aconseje el sitio (gran comida, fenomenal atención, buenos caldos,.....), es que casi os obligo a ir.........