Cáceres en compañía.....

Desde que hace algo más de año y medio me embarqué en este mundo del "bloggeo", y no más que por puro gusto y disfrute personal, he ido encontrando una serie de oportunidades y buenos colegas/amigos de "profesión", que realmente no podía imaginar.

Y hago esta introducción, ya que aprovechando nuestro paso fugaz de una tarde-noche por Cáceres de hace unos días, camino del Algarve, y aprovechándonos de su amabilidad, no pudimos tener mejor cicerone que Valentín (Valdomicer), uno de esos bloggeros (y ahora amigo) en los que me he ido fijando para aprender lo poco que voy sabiendo de estos temas.

Pues bien, partiendo desde el Hotel Albarragena, en el que nos hospedamos y os recomiendo, paseamos por el casco viejo de esta histórica ciudad (Patrimonio de la Humanidad), desde la Concatedral (la Catedral está en Coria, como bien me explicó Valentín) a la Plaza Mayor, de la Judería en el barrio de San Antonio (con ese nulo aprovechamiento turístico que me sorprendió) al Palacio Toledo Moctezuma, por sus calles empinadas y estrechas, cortadas al tráfico, entre iglesias y palacios. Buen número de fotos, incluidas desde la torre de la concatedral, ahora en rehabilitación, nos permitieron llevarnos un buen recuerdo de nuestra visita.

Y, por supuesto, no todo iba a ser pasear, y más con los calores que nos apretaban : una parada y fonda a mitad de tarde en el delicioso jardín del Corral de las Cigüeñas, nos permitió saborear un buen Gin Tonic. A la cena no pudo acompañarnos Valentín, pero nos recomendó bien; una pena que ese día la cocina de La Cacharrería no estuviese operativa, pero eso nos llevó a la vuelta al restaurante Torre de Sande, de sensacional cocina y agradable atención : excepcionales migas (con jamón, melón, sardinas y salsa de yoghourt), albóndiga de retinto magnífica (sobre fluido de torta del Casar y salsa de naranja), secreto ibérico con dátiles, salsa de pesto y puré trufado,..., y en cuanto al vino nos dejamos recomendar, y quedamos gratamente sorprendidos con el de la casa (Torre de Sande), un crianza de Ribera de Guadiana en su justo punto.

El fin de fiesta, con Valentín de nuevo con nosotros, en la magnífica terraza del hotel : La Caballeriza, donde pudimos degustar un extraordinario Gin Tonic con toque de infusión fría de naranja y cardamomo, y eso que Valentín me había dicho que en Cáceres no había llegado esta moda, hoy en día tan extendida.