Lasaña de calabacín, champiñones y wakame

En general, la pasta admite muchas variedades; en particular, quizá la lasaña no tantas, aunque sí distintas posibilidades dentro de la de verduras.

Vayamos ya a la tarea. Empezaremos, en una sarten con buen aceite de oliva virgen extra, con un sofrito de cebolleta y pimientos (rojo y verde), todo bien picado; sazonamos con fenogreco y sal con limón y lavanda.

Al mismo tiempo, iremos preparando la bechamel, a base de leche (yo la uso desnatada) que una vez hervido incorporamos a la mantequilla y harina que habremos mezclado en otro cazo (removiendo hasta conseguir una masa uniforme y sin grumos), sal al gusto, nuez moscada y un chorrito de vino blanco; seguiremos removiendo hasta conseguir el espesor adecuado (en este caso, más bien ligero).

Volviendo al sofrito, añadimos unas algas wakame y un poco de chalota; a continuación, un calabacín entero (en trozos grandes) y unos champiñones frescos y laminados, junto con un chorrito de soja.

Rematamos con unos tomates rama, pelados y troceados, sal y un poco de azúcar; unas hierbas toscanas nos darán el toque de pasta al estilo italiano.

En una cazuela de barro, montaremos la lasaña, una vez la pasta puesta en remojo (a no ser que sea casera y recién hecha) : capa de pasta, un poco de bechamel, el sofrito y lascas de queso casero curado; otra vez pasta y el mismo proceso, acabando con pasta y cubriendo en su totalidad con la bechamel. Espolvoreamos por encima, el mismo queso, pero rallado.

Al horno, precalentado a unos 170-180º, durante unos 10-15 minutos, poniendo el grill la mitad última del tiempo. Al sacar, adornamos con unas hojas de albahaca.

El resultado salta a la vista, y si lo pudierais oler y degustar..........

Aquí os dejo con esta imagen..............