Con algo de retraso publico esta entrada, pero así aprovecho para informaros que el segundo taller ya está en marcha para el 17 de Noviembre.
Y sin más dilación, entremos en materia. El pasado 28/09 más de 20 personas, entre asistentes y organizadores, nos reunimos en
Dismuco (Sueños de Cocina) con ganas de pasar un buen rato (inicialmente cerca de 4 horas, que se transformaron en más de 5); y así ocurrió. Arrancamos pasadas las 7 de la tarde, charlando un poco sobre formas de elaboración, para enseguida meternos en harina.
Arrancamos con un primer gin tonic de
Gin Mare (esta característica ginebra española, de Tarragona) con
Abbondio; toque de enebro y coronado con una "banderilla" de aceituna, albahaca, tomillo y romero. De maridaje, Nacho preparó una pasta con guisantes y toque de albahaca, que encajase correctamente.
Seguimos con uno que se está convirtiendo en clásico de mis catas :
Brecon (única ginebra galesa) con
Britvic, aderezado con lemmongrass y regaliz. De tapa, ante la existencia de regaliz, alcachofas con salsa de trufa.
Ya se iba animando el personal, cuando nos lanzamos a por el tercero de la noche :
Bloom (única ginebra hecha por una mujer destiladora) con
Schweppes de pimienta rosa; su elaboración, con pimienta rosa y de Jamaica, junto con fresas y frambuesas liofilizadas. El acompañamiento en línea, un pollo en tacos y pasado por plancha con una salsa de fresas y pimienta rosa. Todo encajaba.
Pero todavía quedaba más. Entramos a por el cuarto, y el primer postre de maridaje que Nacho nos tenía pensado. Un dado de arroz con leche (sobre cama de migas y almíbar de azahar) para la inglesa
Nº3 con
Fever Tree, y otra de mis típicas elaboraciones, con canela (en rama) y twist de naranja.
Y el fin de fiesta, un homenaje al que considero el mejor Gin Tonic (al menos, probado por mí), que es el de
La Sopa Boba. Acompañando a la ginebra casera que elabora Fernando Limón, hice mi propia versión con
1724 de tónica, un toque de lima (que quizá debía haber evitado), una mora congelada y un hielo de tónica (con rooibos, lima y fenogreco); perfectamente acompañado, se presentó con la versión del Gin Tonic sólido de Nacho Garbayo.
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Arrancaremos este sencillo plato con un pochado de chalota, puerro, cebollino y cebolleta. Le añadimos un toque de sal con limón y lavanda.
Seguiremos, incorporando la calabaza, en dados, junto con un chorrito de ginebra (elegí Gin Mare). Trabajaremos a fuego suave, durante un rato.
Cuando veamos la calabaza a punto (lo mejor, es probarla), remataremos con un poco de soja y unas pipas peladas de girasol (cabría la alternativa de las de calabaza o ambas). Seguimos a fuego lento hasta el final, para acabar con el emplatado y posible rectificación del punto de sal.
