Hay que aprovechar cada instante







La vida es disfrute, y para mí, uno de los mayores disfrutes de la vida,



además de mi familia y mis amigos, es un buen vino con unos ricos manjares,



y en un lugar difícil de olvidar. A partir de ahora, intentaré aportar recetas,



notas sobre buenos vinos (de aquí y de allá), Gin Tonics, interesantes hospedajes,



opciones de hostelería y lugares para visitar........con sus enlaces y



lo que todos querais opinar y aportar.........



miércoles, 28 de agosto de 2013

Feltman's Hot Dogs : Un camino hacia el origen


Con escasos meses de vida, encontramos en la calle Sevilla (muy cerca de la madrileña Puerta de Sol), un pequeño local con aires neoyorquino y estilo cool, y que si todo va bien, está abocado a convertirse en una cadena y/o franquicia. Pensado como take away, no obstante dispone de una zona con taburetes donde poder disfrutar tu comida en el propio local.



El concepto es sencillo y nos traslada al Coney Island (EEUU) del siglo XIX, cuando en torno a 1867, al carnicero alemán Charles Feltman se le ocurrió colocar un bollo de pan bajo una salchicha (para eliminar platos y cubiertos, al trabajar con un carro en la calle), e inventó el Hot Dog.


El producto que se trabaja no está exento de calidad, aunque hablemos de comida rápida. José, el precursor de la idea, me explicaba la laboriosa selección que hizo de los dos ingredientes principales del hot dog (prefiere llamarlo así, y diferenciarlo del típico perrito caliente con el pan calentado en un pincho) : pan artesano, que se sirve caliente, y la auténtica salchicha alemana (de allí viene) de cerdo con toque ahumado, como en los orígenes, cuando Feltman mantenía caliente y hervía las salchichas por medio de una pequeña estufa que había incorporado en su carro de venta.



Las posibilidades de degustar el hot dog son diversas, desde lo básico con ketchup y buena mostaza, pasando por opciones ya diseñadas, o añadiendo ingredientes a gusto del consumidor. Se puede acompañar con unas buenas patatas fritas, de las de siempre, de churrería, además de un refresco o cerveza, y rematar con una de las tartitas artesanas (especial mención a la de queso), y todo por unos 5 - 6 euros (Calidad a precio asequible).



Creo que el negocio tiene buena pinta, y si va bien, quizá le salgan continuadores como a Feltman, quien encontró en su aprendiz aventajado Nathan, al más fiel seguidor del concepto (y en la actualidad un inmenso imperio en torno al negocio del hot dog).

2 comentarios:

magda dijo...

buena crónica gastronómica

FERNANDO SYRAH dijo...

Gracias Magdalena. Este tipo de comentarios siempre ayudan para seguir con ganas de escribir por la recompensa de que le guste a los que os acercais por el blog.
Espero seguir viendote por estos lares.
Un saludo



Fernando