Hay que aprovechar cada instante







La vida es disfrute, y para mí, uno de los mayores disfrutes de la vida,



además de mi familia y mis amigos, es un buen vino con unos ricos manjares,



y en un lugar difícil de olvidar. A partir de ahora, intentaré aportar recetas,



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miércoles, 6 de mayo de 2020

Las recetas "contra" el #Coronavirus : Ignacio Bilbao Bilbao. Almejas en salsa verde.




Se va acercando el fin de semana, así que la receta 53 va a ser de esas de gala, de productazo. Y encima de elaboración de máxima sencillez.

Llega de la mano de uno de mis primos, un verdadero gentleman de la zona noble de Bilbao, aunque afincado en la Comunidad de Madrid desde hace tiempo, y siempre del Athletic (cuidado con decir del Bilbao...habría sangre). Muchas gracias Ignacio...y como el relato es muy de aquellos lares y familiar, vamos a usar el literal en mayor medida.


Lo primero que nos transmite el cocinero es que "las almejas en salsa verde es una receta popular vasca de toda la vida, transmitida de madres/padres a hij@s, y en este caso por mi querida madre (para ti la tía Bego)". Pues sí, y es que además se trata de mi madrina 😘 . Es de lo más fácil del mundo (palabras muy de los del centro de Bilbao).

INGREDIENTES

Imprescindible unas buenas almejas (por ejemplo, un kilo para 4); unas japónicas o babosas (primer nivel) gallegas serían maravillosas.
Agua.
Sal.
Aceite de oliva.
Ajo.
Perejil fresco (o en su defecto seco).
Pan rallado o harina (para espesar, si fuera necesario).
Opcional : Vino blanco (ya veréis el comentario final). O casi que no.
Mucho pan.

RECETA

Vamos con el relato de mi querido primo.

"Lo primero, elegir buen producto ajustado al presupuesto de cada cual. A mí me gustan almejas grandes y hermosas, sin ser exageradas, si están a buen precio; pero en el súper de pandemia la seleccionada era la última y única bolsa, no muy grandes, pero estaban muy sabrosas.
Ya en casa, una hora o así antes de cocinar, meter en agua fría del tiempo con sal. Tras media hora, sacar y poner a escurrir, y volver a meter en agua fría con sal. Esto es para limpiarlas de suciedad o arenilla.

En cazuela plana y ancha, grande, poner una capa más gorda que fina de aceite de oliva (bien verde) y poner ajo bien picadito. Por ejemplo, para cuatro personas tres dientes, depende de lo que guste. Se calienta a fuego medio - alto hasta que empiece, en boca de la tía Bego, a hacer 'flush-flush' el aceite con el ajo, pero que no se dore porque da amargor.

Cuando está empezando el aceite con el ajo a tener vidilla, pero sin quemarse como se ha dicho, echar las almejas y por encima perejil cortado bien picadito. Dar algunas vueltas y tapar para que se abran las almejas. Abrir de vez en cuando un momentito, y airear; verás la almeja que tira mucho agua, dar vueltas.
Si se quiere, se puede espesar algo la salsa echando algunas pizcas de pan rallado (puede ir bien); hay quien echa un poco de harina.
Vigilar mucho el punto y no pasarse con lo que se echa para espesar, que no sature. A mí me gusta no muy espesa, la verdad.
Todo hecho en muy poco tiempo, no tardará más de 10 minutillos, y al plato. No olvidar el pan, que el truco de esto es luego mojar la salsa.
Sobre lo de echar vino blanco, en fin, todo se puede hacer, pero para mí es como si en su época Julen Guerrero jugara en la Real, una aberración".

Enorme remate de explicación. y la terminología flush-flush es muy de mi familia, como se suele referir, de las Bilbao (la familia y cercanos lo entenderán).
Rematamos por el vino, ése que no hemos echado a las almejas. Y en este caso, sin duda, un buen txakolí, pero claro, vizcaíno, como puede ser el Txomin Etxaniz.


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