Ya estamos de Juernes...casero, claro. Y la receta 54 llega.
Hace unos días fue la de mi sobrina Ale, pero hoy toca la de su madre, mi hermana, Marta. Eso sí, con plena intervención de pinche (y comensal) de la propia Ale. Ya nos veremos pronto, espero.
Receta muy fácil, que a los niños siempre gusta, y que se pueden elaborar con distintos rellenos (en esta ocasión, unas con queso y otras de atún, huevo y tomate).
INGREDIENTES (para dos)
Obleas de empanadilla (tantas como el cuerpo aguante).
Huevos para untar (uno o dos).
Un huevo cocido.
Quesitos o similar (tipo Mini Babybel).
Tomate frito (podría ser natural o fresco, también triturado).
Una lata de atún (mejor al natural, pero también escabeche, por ejemplo).
RECETA
Tan sencillo como rellenar unas obleas sólo con trocitos de queso, y otras con mezcla de tomate frito, atún (desmigado) y el huevo duro picado. Claro, si a eso queso le añades un poco de orégano fresco picado y bacon muy picadito, previamente pasado por la plancha, luciría todavía más; y en el otro caso, un pochadito de cebolleta con tomate natural maduro picado, y luego juntar con el huevo duro y el atún, pues ni te cuento.
Cerramos las obleas, y con un tenedor pequeño terminamos de cerrar y las marcamos por el exterior. Las untamos de huevo batido, que brillen y luzcan imperiales.
Colocamos en la bandeja de horno, sobre papel de aluminio. Al horno, a 180ºC, durante 15 minutos. Así de sencillo.
Además, se pueden comer al momento, pero también guardar para el día siguiente (a mí siempre me ha gustado de esta forma).
Y en este caso, se puede tomar casi cualquier vino, que no sea potente, pero se me ocurre una interesante combinación con el Bloody Mary que os presenté el otro día (o de elaboración clásica más sencilla).
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