Vamos a por la receta 24 (sorprendido me hallo). Empezó como un "reto" sin grandes pretensiones, pero cada día estoy más contento del resultado, y confío en que estas recetas puedan estar sirviendo a mucha gente.
Nos cuenta la cocinera de hoy que "estos galletones de queso son perfectos como tentempié, de merienda y también como acompañamiento de ensaladas o verduras al horno". La autora, Mayte Matías ( @Maytematias ), tiene mucha mano en los fogones, y lo digo por experiencia propia. Además, es buena amiga, y dirige / promueve un blog de recetas, Cocina sin carné, donde cualquiera puede participar (os invito a bucear en él), ya que está pensado para todo aficionado (sin carné) a la cocina, con ganas de mostrar sus artes; por mi parte, tengo varias recetas publicadas en este recetario on-line, y así seguirá siendo.
Junto a su marido, Isidro Tenorio ( @IsidroTenorio ), manejan a la maravilla el mundo de la comunicación, y siempre sacan tiempo para viajes y buena gastronomía, que al unirlo por su gusto por el vino, les convierte en referentes claros de lo que mi blog identifica.
INGREDIENTES
350 gr. de harina.
1 sobre de levadura.
150 gr. de queso manchego curado.
20 gr. de hierbas picadas (al gusto).
1 pizca de sal.
225 gr. de mantequilla.
3 cucharadas de agua fría
1 huevo batido.
RECETA (literal de Mayte)
Elegimos las hierbas que más nos gusten, mejor si son frescas, y las picamos muy pequeñitas. Yo, en esta ocasión, he utilizado albahaca y orégano, pero puede ponerse tomillo, romero,...
Ponemos en un bol amplio todos los ingredientes secos y mezclamos bien. Añadimos después la mantequilla y las cucharadas de agua, y mezclamos muy bien. Quedará una masa poco homogénea, parecida a la masa quebrada. Hacemos una bola con ella, la tapamos con film de envolver y la metemos en la nevera, durante una hora.
Sacamos la masa de la nevera, y la estiramos con ayuda de un rodillo hasta que tenga un grosor de 1 cm. Cortamos unas galletas con ayuda de cualquier molde. A mí me gusta que sean bastante grandes.
Las pintamos con huevo batido y las vamos poniendo en una placa de hornear, sobre un papel de horno. Las introducimos en el horno caliente, a 180ºC, unos 15 minutos o hasta que empiecen a dorarse.
Estos galletones aguantan, en buen estado, varios días metidos en una lata.
Y aquí llega mi aportación, la del vino. Una garnacha con no demasiada crianza, me cuadra a la perfección.
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