De momento el "reto" no para, y estamos en la receta 31. Un día menos.
En esta ocasión nos llega una receta desde Bilbao, de la mano de Isabel de Jorge. Nos conocemos desde hace años a nivel laboral, y además de su espíritu de trabajo, se trata de las personas con las que normalmente más fácil me pongo de acuerdo en el sector ("para bien casi siempre", aceptando las partes lo que en cada momento corresponde). Muchas gracias.
Sencilla receta, pero plena de sabor, y muy recomendable por lo saludable. Vamos con ello.
INGREDIENTES (Para seis personas)
Un pimiento rojo.
Un pimiento verde grande (o, quizá, dos italianos).
Una cebolla
Una zanahoria
Un ¼ de berza (así llamada en el País Vasco; en el resto de España, col blanca). La verdad, y es aportación del blog, es que yo también la llamo berza en Madrid.
Un paquete de 250 gr. de fideos chinos.
Medio kilo de langostinos cocidos (también, si son frescos, con un salteado rápido).
Salsa de ostras.
Salsa de soja.
Pimienta.
Aceite de oliva.
RECETA
Dificultad: mínima, sólo la de encontrar un wok en época de confinamiento, si no dispones ya de uno.
Cortamos la verdura en juliana, pimientos, cebolla y zanahoria, en
bastones de 5 cm. de longitud, más o menos, y los cocinamos en el wok con un par de
cucharadas de aceite de oliva. Nos dice Isabel que lo bueno del wok es la textura que da a las
verduras, quedando cocinadas pero con un toque crunchi.
Cuando vemos que la verdura empieza a perder la crudeza y a
ponerse melosa, incorporamos la berza, cortada en juliana, y seguimos cocinando; veremos que enseguida también pierde su rigidez.
Llegados a este punto, tenemos ya preparado un wok de
verduras que podemos guardar en la nevera y utilizar para múltiples elaboraciones,
como guarnición, para una tortilla, con pasta...pero hoy vamos a prepararlas con fideos chinos, que coceremos siguiendo las instrucciones del paquete, y una
vez cocinados incorporaremos al wok. Seguidamente aliñaremos la mezcla con pimienta recién molida,
salsa de soja (la sal de muchas recetas orientales) y salsa de ostras; removeremos bien a fuego medio (como mínimo), para integrar todos
los sabores y, si hiciera falta, rectificar de sal (como las salsas la llevan en abundancia, e igualmente los langostinos, puede no ser necesaria).
Por último, sólo nos falta echar los langostinos, que
previamente habremos pelado, y como ya están cocidos, un último golpe de calor para rematar...y a disfrutar. El plato admite múltiples variantes respecto a
la proteína a incorporar, o incluso podemos prescindir de ella, quedando una receta vegetariana (con el matiz de la salsa de ostras).
He estado pensando en posibles alternativas de vino, y además de un sake espumoso, veo perfecto encaje con un rosado canario, que me dé un leve toque mineral. En este sentido, os recomiendo 1400 de Viña Gómez (el nombre, por ser viñedos entre 1.300 - 1.500 metros de altura).
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