Pues sigo teniendo recetas por publicar, y ya estamos en la 45. Realmente contento.
La de hoy llega de la mano de uno de mis grandes amigos, de esos tipos que son buena gente de verdad, el soltero de oro de los #Navacerrudos : Nacho Castillo. Además, un experto cuando coge su bolsa con las maderas, hierros, wedges y putter; siempre cerrando negocios en los campos de golf de España.
Buen comensal, pero poco dado a la cocina de forma habitual, en estos tiempos que corren, se ha tenido que "aficionar", y parece que no está saliendo un mal resultado. Y siempre enemigo de la cebolla.
INGREDIENTES
500 gr. de Judías Blancas del Barco de Ávila.
Un pimiento verde.
Un pimiento rojo.
Una punta de jamón
Chorizo picante o no, al gusto (200 gr. aproximadamente).
Dos zanahorias.
Un par de patatas.
5 dientes de ajo.
Una cucharada de pimentón dulce.
Una hoja de laurel.
Sal
Aceite (mejor oliva virgen extra).
*Cebolla (opcional), "yo no la pongo porque no me gusta", nos comenta. Ya os decía antes, sobre los gustos de Nacho.
RECETA
Ponemos a remojo las judías unas 6/8 horas.
En una olla a presión, calentaremos agua y, a continuación, pondremos las judías. El agua debe cubrir totalmente las mismas, y ser suficiente para que queden cubiertos el resto de ingredientes.
De seguido, introduciremos el pimiento verde, pimiento rojo, punta de jamón, chorizo, pimentón dulce, 2 zanahorias cortadas en trocitos, los dientes de ajo pelados, cebolla pelada (si procede), la hoja de laurel, sal y un chorrito de aceite.
Cerramos la olla, y cuando esté con el “pitido de la locomotora” (esta expresión de Nacho es total), tenerlo 20/25 minutos.
Seguidamente, apagar y esperamos a que se pueda abrir la olla, 10/15 minutos, y así reposa un poco. Como el caldo puede que esté un poco líquido, sacar los pimientos, dientes de ajo, cebolla (esa que Nacho no ha echado), zanahorias y un puñado de judías, y con un poco de caldo, batirlo (a buena velocidad); ayudará un poco a espesar.
A continuación, ponemos en la olla lo que hemos batido, y ya con la olla abierta, encendemos de nuevo el fuego e introducimos las patatas cortadas en trozos, durante 20 minutos de cocción final.
Dejaremos reposar, y os garantizo que habréis triunfado, nos dice Nacho, que incluso comenta que "hasta yo me he sorprendido". También nos dice que si las judías las tomáis de un día para otro, mejor todavía.
Pues receta fácil, contundente y que puede agradar a toda la casa. Sólo falta el vino, y en este caso, yo me animaría por una garnacha, de crianza media.
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